Máximo y Florencia Kirchner fueron indagados hoy en la causa «Los Sauces» y siguieron una misma estrategia: presentaron un escrito en el que negaron las acusaciones, pidieron sus sobreseimientos y le dieron un tono político, tal vez adelantando lo que podría hacer mañana su madre, la ex presidente Cristina Kirchner, cuando se presente a las 9 de la mañana en los tribunales de Comodoro Py para cerrar la ronda de declaraciones.
«La única y verdadera causa por la cual se me llama a prestar declaración indagatoria, es por ser la hija de Néstor y Cristina Kirchner», sostuvo Florencia en su escrito. «Resulta evidente que están decididos a proscribir a la ex Presidenta de la Nación», sostuvo por su parte Máximo Kirchner, y agregó que «las mismas políticas neoliberales que llevaron al país a la ruina no pueden ser ocultadas a través de éste ni cualquier otro expediente judicial». Además, criticó al presidente Mauricio Macri por varias causas judiciales en las que está bajo investigación, como «Panamá Papers» y el acuerdo del Estado con el Correo Argentino.
Los hermanos tuvieron su primera indagatoria. Florencia Kirchner llegó a las 8:40 a Comodoro Py e ingresó en auto por la calle Letonia, una de las laterales de acceso al edificio, donde había poco más de mil militantes con banderas de La Cámpora, Kolina y otras agrupaciones. Por el mismo lugar llegó -una hora después- Máximo Kirchner.
Ambos fueron recibidos por oficiales de la Policía Federal, en un operativo que incluyó personal de Gendarmería Nacional, Prefectura y Policía de la ciudad de Buenos Aires. Desde un ascensor del subsuelo se dirigieron al cuarto piso, donde está el juzgado de Claudio Bonadio, el magistrado a cargo de la causa.
Los hijos de Néstor Kirchener y Cristina Fernández estuvieron acompañados por legisladores y ex funcionarios del Frente para la Victoria, como Oscar Parrilli, Héctor Recalde, Sergio Berni, Eduardo «Wado» De Pedro, Juan Cabandié, Martín Sabbatella y Gabriela Cerruti, entre otros. También estuvo la presidente de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, quien llegó en una camioneta que quiso entrar hasta uno de los estacionamientos de Comodoro Py, pero la Policía Federal se lo impidió.
LEA MÁS
Las indagatorias de Florencia y Máximo fueron un calco: escucharon la acusación de ser integrantes de una asociación ilícita como accionistas de la empresa «Los Sauces» y su abogado, Carlos Beraldi, dijo que presentaban un escrito y no iban a contestar preguntas. Máximo y Bonadio se dieron la mano. En la indagatoria de Florencia, el juez hizo un saludo general. El enfrentamiento entre el juez y Cristina Kirchner es abierto.
En las indagatorias estuvieron presentes, además de Bonadio, el funcionario del juzgado que tomó la declaración, el fiscal Carlos Rívolo, su secretario Juan Battilana y los abogados Beraldi y Ary Llernovoy.
Florencia Kirchner dijo que ganaba 50 mil pesos desde 2015 como integrante del directorio de «Los Sauces» pero que los tiene embargados y Máximo que tiene un sueldo de aproximadamente 70 mil pesos como diputado nacional pero que no recordaba el monto con exactitud.
«Fueron dos audiencias comunes y sencillas», le dijo a Infobae una persona que estuvo presente en las indagatorias.
El escrito más político fue el de Máximo Kirchner, que fue de nueve carillas. «Hay una campaña de persecución y hostigamiento de la cual es víctima mi familia», planteó en el texto, y denunció una «persecución política-judicial».
«Resulta evidente que están decididos a proscribir a la ex Presidenta de la Nación», agregó Máximo, y dijo que tiene como objetivo tapar la realidad : «El saqueo del Estado por parte de los conspicuos miembros de la patria contratista, los escándalos del Correo Argentino, Avianca-MacAir, el caso ‘Arribas’ (NdA: Gustavo Arribas, jefe de inteligencia denunciado por presunta corrupción), entre tantos otros. Los miles de despidos, el recorte de las jubilaciones, todas las mentiras de campaña y la crisis social desatada por la aplicación de las mismas políticas neoliberales que llevaron al país a la ruina no pueden ser ocultadas a través de éste ni cualquier otro expediente judicial».
LEA MÁS
Máximo, además, criticó que se lo acuse de integrar un «enjambre societario» y apuntó contra Macri. «¿Sabe V.S. (NdA: el juez) para qué se hace un ‘enjambre societario’? Simple, para ocultar los verdaderos dueños y evadir impuestos fugando capitales o dinero de la corrupción, entramado revelado a nivel global con el escándalo de los ‘Panamá Papers’. ‘Enjambre societario’ es una caracterización que les cabe a las más de 50 sociedades off-shore (radicadas en paraísos fiscales y no declaradas) del Presidente Macri», se preguntó y contestó Máximo en el escrito.
Por su parte, Florencia también hizo referencia a «una campaña de persecución y hostigamiento político, judicial y mediático» contra su familia. «Está claro que no estamos ante un problema jurídico, sino ante un ejemplo, liso y llano, de persecución política y provocación de daños por ser la hija de los ex presidentes, Néstor Carlos Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner», agregó.
Ambos hermanos también criticaron a la diputada nacional Margarita Stolbizer, quien presentó la denuncia que inició la causa y su principal impulsora. Los dos la tildaron de «denunciante crónica», y la vincularon al juzgado de Bonadio como «asociada permanente y full time». Máximo incluso añadió que en reportajes públicos, la legisladora del GEN dijo «expresamente» que se quiere proscribir a Cristina Kirchner.
«Los Sauces» es una empresa de la familia Kirchner que les alquiló sus propiedades –en la ciudad de Buenos Aires y en Santa Cruz – a los empresarios Cristobal López y Lázaro Báez, este último preso por lavado de dinero. Ambos eran muy allegados a Néstor Kirchner y durante el kirchnerismo realizaron numerosos negocios vinculados a la obra pública. La sospecha judicial es que parte de esos fondos volvieron a los Kirchner a través de los alquileres y que se podrían haber cometido los delitos de asociación ilícita, lavado de dinero y pago de coimas.
Sobre la causa, Florencia y Máximo negaron que integren una asociación ilícita, explicaron su participación en «Los Sauces» –de la que ambos son dueños en un 50 por ciento cada uno– y que todas las operaciones fueron legales y bancarizadas.
Sus explicaciones se basaron en los dichos que la semana pasada dio Víctor Manzaneras, histórico contador de los Kirchner, que sostuvo que todas las operaciones están justificadas con sus respaldos bancarios. Los hermanos señalaron que «Los Sauces» es una «típica sociedad familiar, caracterizada por el vínculo de confianza que une a sus miembros».
«¿Cómo se puede atribuir a ‘retornos de obra pública’ alquileres reales, de inmuebles reales y con inquilinos reales?», se preguntó Máximo, y agregó que el alquiler de propiedades es una actividad que Néstor y Cristina Kirchner «desarrollaron prácticamente desde que contrajeron matrimonio, incluso mucho antes de que ninguno de ellos fuera funcionario público».
Florencia dijo que cuando la empresa se creó, en 2006, tenía 16 años y que cuando la integró fue «como consecuencia del episodio más triste de mi vida», en referencia a la muerte de su padre, de quien heredó las acciones. Se caracterizó como una «heredera forzosa«.
La menor de los hermanos –quien el viernes presentó una eximición de prisión ante lo que su madre consideró una posible detención por parte del juez– criticó que su sueldo esté embargado desde julio pasado en esta causa y en el expediente «Hotesur», a cargo del magistrado Julián Ercolini, y pidió que se resuelva un planteo para que se levante esa traba y pueda cobrar sus haberes porque tienen carácter alimentario.
También pidió percibir los haberes adeudados. «Las oficinas del juez Ercolini están frente a las de este juzgado, las separa sólo un pasillo. Sin embargo, hace seis meses que esta cuestión sigue sin resolverse. En definitiva, desde que la persecución a mi madre se ha extendido al resto de la familia, y en especial a mí, el Poder Judicial impide que yo cobre mi sueldo», criticó.
Los hermanos también le pidieron al juez Bonadio su sobreseimiento «con expresa mención de que el proceso no afecta» su «buen nombre y honor».
Las indagatorias en la causa terminan mañana con la ex presidente Cristina Kirchner. Será su tercera acusación en una causa judicial. Las primeras fueron en los expedientes de dólar futuro y por las irregularidades en la obra pública concedida a Báez. En ambas fue procesada.
http://www.infobae.com