Absolución con impacto: un jurado popular declaró inocente a una policía acusada de abuso en Mar del Plata

 de La decisión fue unánime y definitiva. La acusada, una mujer policía de 35 años, enfrentaba cargos gravísimos: abuso sexual con acceso carnal agravado y corrupción de menores. Pero tras dos jornadas de audiencias, el jurado popular no encontró pruebas suficientes para condenarla.

09 de Junio de 2025

MAR DEL PLATA –   El caso, que estremeció a Mar del Plata, giraba en torno a una acusación de abuso sexual contra un niño de 11 años, presuntamente cometido entre diciembre de 2018 y marzo de 2019. Los hechos, según la fiscalía, habrían ocurrido en la vivienda de la imputada, ubicada en el barrio San Martín. La denunciante era su propia familia: la tía materna del menor, que habría aprovechado el vínculo y la convivencia para cometer los abusos.

Pero el jurado popular, compuesto por 12 ciudadanos convocados a participar en este proceso bajo la figura del juicio por jurados, consideró de forma unánime que las pruebas presentadas no eran suficientes para una condena.

Durante el debate oral, la defensa –integrada por los abogados Martín Bernat y Agustín Robbio– insistió en que no existía evidencia concreta para probar los hechos denunciados. En la misma línea, el juez del Tribunal en lo Criminal N° 3, Juan Manuel Sueyro, explicó que, una vez emitido el veredicto de “no culpabilidad”, la causa quedaba cerrada: el fallo no puede ser apelado.

El momento más doloroso se vivió tras la lectura del veredicto. Los familiares del menor, presentes en la sala, rompieron en llanto al conocer la decisión. Más allá del fallo judicial, quedó a la vista el profundo drama humano que atraviesa a ambas familias y la huella emocional de un proceso tan sensible como complejo.

El juicio por jurados busca democratizar la justicia, devolviendo al ciudadano un rol protagónico en decisiones clave. Sin embargo, casos como este exponen la tensión entre la necesidad de probar los hechos con rigor y la carga emocional que implica juzgar temas tan delicados. En medio del dolor, queda flotando una pregunta difícil: ¿alcanzan las herramientas actuales para esclarecer estos crímenes sin revictimizar ni condenar sin pruebas?

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