ACERCA DE LA BASURA Y EL LLAMADO POLO PRODUCTIVO AMBIENTAL…»LO PRIMERO ES LO PRIMERO»

Un documento de Rodolfo Pertusi. Una interesante reflexión que nos compartió por redes sociales. Para leer y analizar.

El proyecto de “Polo Productivo Ambiental” que se está implementando desde la gestión municipal adolece de un problema de origen que es justamente la carencia de un estudio previo que determine el o los sectores adecuados, contemplando la sustentabilidad ecológica, económica y social en su desarrollo.
En cualquier sitio que fuera es claro que tendría un grado de impacto, que debe reducirse o mitigarse.

Lo que no puede hacerse jamás es lo que se hizo y se esta haciendo: elegir predios de propiedad municipal (gratuitos) a tontas y a locas. En predios diferentes, con entornos diferentes, y riesgos potenciales particulares.

Primero “la cantera del aeroclub”. Luego el predio del barrio de Los Ranqueles. Por último, el campo sobre ruta 20 a 8 km de la autovía 2 de dominio municipal en cumplimiento de un cargo que en realidad no se cumpliría.
En cada uno de estos lugares la fuerte resistencia vecinal organizada ha ido condicionando el desarrollo de este proyecto que tiene, o tenía el agravante de tratarse de un proyecto regional, en el que varios municipios arrojarían sus residuos en el sitio que se termine concretando, en nuestra ciudad.
Pensando en este nada despreciable “fallo de origen”, recordé un antecedente que podría servir de modelo para subsanar esta omisión.
Durante la gestión 1999-2003, la que me toco integrar como Subsecretario de Planeamiento entendimos que debía contarse con un Parque Industrial o Sector industrial Planificado, para canalizar alguna demanda de radicación de entonces, y a la vez procurar una progresiva relocalización de complejos industriales “absorbidos” por el Área Urbana de la ciudad.
Luego de evaluar algunos antecedentes en gestiones precedentes, concluimos que adolecieron del mismo problema que este pretensioso polo: La elección del sitio sin estudio previo, en base la disponibilidad de tierra fiscal, o bien el bajo costo de predios privados.
Si un estudio académico-científico que considerara todas las variables intervinientes para la selección de un sitio apto para el proyecto. Con menor impacto al medio, a la población y a otras actividades productivas.
Para no repetir esta carencia, el Municipio en 2002 contrato los servicios de un equipo multidisciplinario de la Universidad Nacional de La Plata: la Unidad de Investigación, Desarrollo y Docencia en Gestión Ambiental.
Fruto del trabajo de este equipo se determinaron 2 zonas adecuadas de menor impacto para Chascomús (tramo norte de la Ruta 2 y Zona de acceso a Gándara desde esa autovía). Y una zona en Lezama (entonces todavía perteneciente al Partido de Chascomús).
Mas tarde, tomando como base ese estudio, y por iniciativa impulsada por una Junta Promotora del Parque Industrial de Chascomús, se concreto un acuerdo entre privados, con apoyo institucional del Municipio para desarrollar un Sector industrial Planificado en un campo localizado (km 108) dentro de la zona considerada masa apta por aquel trabajo académico.
Mas allá de lo que pueda opinarse respecto de este proceso y del destino del emprendimiento iniciado, paralizado por motivos diversos, algunos de ellos habituales en nuestro país, este debe ser el primer paso para desarrollar un emprendimiento como el anunciado.
Tanto las autoridades municipales como el ministerio nacional interviniente y el propio BID (Banco Interamericano de Desarrollo, organismo financiero que aportaría los recursos), lo saben y así deberían proceder.
Ese debiera ser el primer paso si se pretende una gestión seria. Muchas consultoras inscriptas en el BID están en condiciones de realizar ese trabajo. Incluso aquel equipo de la UNLP u otro.
Ese es el único camino serio y sustentable que permitiría una solución adecuada para resolver el tema del destino de los residuos, así como para minimizar impactos negativos en el medio, o afectar la calidad de vida de la población. Como sucede con el actual basural y que justifica la iniciativa de relocalización.
Ni la premura en hacerse de los recursos, ni la proximidad del calendario electoral deben llevar a tomar decisiones tan inconvenientes y carentes de “consenso social”.
por Rodolfo Pertusi.