ALBERTO FERNANDEZ ACERCA DEL GOBIERNO:»EL DREAM TEAM ESTÁ DURMIENDO»

En un extenso mano a mano con Revista Qué, Alberto Fernández se refiere a los vaivenes actuales de la política nacional. El ex-jefe de Gabinete K ratifica su presencia en el partido que conduce Sergio Massa, y no se calla nada a la hora de explicar el trazado del mapa actual en la Ciudad y el rol del peronismo como fuerza opositora.

-¿Cómo ve el accionar de Cambiemos en el poder?
-Es un Gobierno muy ineficiente y eso se nota mucho. Sobre todo, a la hora de gestionar. Es un Gobierno con una política muy definida y equivocada, un Gobierno terco, porque le cuesta entender lo errado de su política. No escucha a nadie y no se dio cuenta de todo lo que perdió, porque ya ha perdido un año de gestión. Y siempre el primer año de gestión es donde un Gobierno tiene más fortalezas.

-¿Lo dilapidó políticamente?
-Sí. El primer año es el de la luna de miel, donde los gobiernos gozan de cierta indemnidad, donde los medios son complacientes y la oposición es cuidadosa. Creíamos que Cambiemos iba a tener una muy buena gestión, a la luz de que ellos se presentaban como el dream team. Pero fue todo al revés. El dream team está durmiendo. Cambiemos es una experiencia frustrada y frustrante. Para Argentina, es una pérdida de tiempo.

-¿Por qué?
-Porque el Gobierno consiguió los instrumentos que reclamó, pero fue un fracaso. El tema de los holdouts todavía sigue sin resolverse porque hay nuevas demandas. No han podido dominar la inflación. Han endeudado al país en más de 170 mil millones de dólares, y esa es la única herramienta con la que cuentan para poder hacerle frente al bache fiscal que nunca cierran.

-¿Es impericia o vinieron a hacer esto?

-Hay una parte de impericia y hay una parte de política predispuesta. Como política predispuesta, lo más grave es la lógica que utilizan para enfrentar el problema concerniente a la inflación, que sigue sin bajar porque, mientras le sacan la plata al trabajador, ellos aumentan los servicios, y lo único que no aumenta son los sueldos. El efecto es que, cuando la demanda se retrae, la producción cae; y ahí viene el desempleo, que es algo que se está viendo desde el último año a esta parte. Después, hay errores. Como que el Ministro de Justicia diga que bajará la imputabilidad, luego llama a expertos y le dicen que ese no es el camino. Luego, están las picardías. Esto es, la política de “intentémoslo; si pasa, pasa”. Y acá se mezclan siempre los negocios públicos con los privados. Ellos saben que el poder político va a pasar y que lo que quedará son las empresas. Entonces, tratan que a sus empresas se les garantice el futuro. Y aparecen los casos Avianca, Flybondi, el Correo, Arribas, etc.

-¿Qué análisis hace de este año electoral en la Ciudad?
-Hay una falsa confrontación entre Cambiemos y Lousteau, que opera como una suerte de espejismo. A muchos les hacen ver que Lousteau es el progresista que enfrenta a Cambiemos, pero él es el Embajador argentino en Estados Unidos, y trabaja para el gobierno de Macri. Lo que no sé es por qué se esmeran en hacerlo parecer como un opositor que no es. Tenemos que ser nosotros los encargados de desenmascarar esa jugada. Detrás de Lousteau están los residuos del radicalismo, que intentan recomponer su posicionamiento. Han encontrado un hombre joven, que políticamente está vinculado al Gobierno nacional.

-¿Cuál es hoy el rol que ocupa el peronismo?
-El peronismo tiene diferentes vertientes, fundamentalmente en el Congreso. Hay una oposición muy visceral, que es la que representa el FpV, y hay una oposición que se creó a medida de Cambiemos, que es la ruptura que propone Bossio, y que se lleva un grupo de legisladores para trabajar con Cambiemos. Esos son oportunistas de la política, no peronistas. Y después, hay una oposición más racional, que es la que propone el Frente Renovador, que ganó un espacio y que ha buscado tratar de acompañar en lo que entendió que está bien, y no acompañar en lo que creyó que está mal.

-¿Sigue siendo parte del Frente Renovador?
-Sí. Nunca dejé de serlo. No sé por qué muchos insisten en que yo me he ido. El Frente Renovador tiene la particularidad de que allí coexisten muchas posturas antagónicas. Hay muchas cuestiones puntuales en las que yo tengo diferencias, pero a muchos les pasa lo mismo.

-¿La polarización permitió el avance de Cambiemos?
-Sí. Macri cree que debe polarizar con Cristina, porque así, planteándole a la gente que hay que elegir entre ellos dos, puede sacarle votos a Massa. Eso funcionó en las elecciones pasadas, pero no sé si seguirá funcionando. Argentina no se debate entre el pasado y el presente, sino entre el presente y el futuro. Tenemos que escapar a esa trampa que Macri propone.

-¿El futuro es Massa entonces?
-Sí, el futuro es Massa. Sergio es el que mejor expresa una posibilidad de cambios y una mentalidad abierta. Es alguien que tiene la virtud de escuchar a quien está en contra de sus posiciones y respetarlo. Es un hombre muy valioso.

-¿Va a dar una mano en la construcción de la alternativa del FR en la Ciudad?
-Yo trato de ayudar siempre. Quiero actuar con una lógica racional y no voluntarista. Al voluntarismo no le creo. Tenemos que generar una fuerza que le ponga límites a Macri.

-¿Aspira a gobernar la Ciudad?
-No es mi desvelo. No pienso a la política con aspiraciones personales. La política es un hecho colectivo y es demanda de conjuntos. Si hay una fuerza política que entiende lo que está pasando, seguramente encontrarán al mejor candidato. Me puede tocar, o no.

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