AQUÍ TE MOSTRAMOS COMO SERÁN LOS COCHES DE FORMULA 1 EN EL FUTURO

La Fórmula 1, en su esencia, es la viva imagen de un puñado de mentes alocadas que sueñan cómo será el futuro, lo visualizan, lo atrapan y lo traen al presente. Lo que hoy vemos en la pista está adelantado a nuestro tiempo. Es una ventana al mundo que veremos en 15 o 20 años. De vez en cuando, este puñado de mentes inquietas da saltos cada vez más grandes. Si los coches actuales de la F1 son nuestro futuro, el futuro de la F1 es una frontera del tiempo que nosotros ni siquiera imaginamos. Solo ellos.

La Fórmula 1 se ha atrevido a soñar, e incluso diseñar y construir, los monoplazas que competirán en las pistas dentro de 20 años; 20 años de vida en escala Fórmula 1, 40 años en escala humana. El equipo Renault de Fórmula 1, fue el último que se asomó al futuro. Hace unos días, la marca francesa presentó el diseño de cómo serían sus coches en 2027. Se suma a otros equipos como Ferrari, Red Bull y McLaren que han realizado ejercicios similares.

 

Entre las características del diseño futurista de Renault destaca una cabina cerrada, lo que ha sido una de los discusiones más recurrentes de la Fórmula 1 y un debate que ha enfrentado el dilema entre la seguridad y la estética. La solución de Renault es una cúpula de cristal que se abre desde un lateral, y que además no afecta a la visibilidad del piloto. La cabina del monoplaza sería fabricada totalmente mediante la impresión 3D, y el casco sería transparente, para permitir a los aficionados verle la cara al piloto.

 

La filosofía que Renault ha seguido para diseñar este modelo está cimentada en los tres pilares que hoy nutren a la Fórmula 1: seguridad, piloto y entretenimiento. El coche tendría una influencia eléctrica aún mayor que la de hoy, pero conservaría el mismo motor híbrido turbocargado de seis cilindros que hoy se utiliza en la serie. Los sistemas eléctricos desplegarían un mega watt de potencia, y el sistema de recuperación de energía, el KERS, subiría de los 120 kW que hoy despliegan los autos de F1 hasta 500kW. La potencia del motor subiría de los 950 caballos actuales a 1.300. El coche pesaría alrededor de 600 kilos.

El diseño tendría tracción en las cuatro ruedas, gracias a un motor eléctrico que estaría alojado en el tren delantero, algo que ha sido complicado de hacer en la actualidad. Podría ser conducido en modo totalmente eléctrico en ciertas partes de la carrera, ya que el tanque de gasolina se reduciría de los 105 kilos actuales a 60.

Además, tendría aerodinámica ajustable y un modo de manejo autónomo que se aplicaría en vueltas bajo el auto de seguridad y en la entrada a los fosos. La telemetría estaria disponible para todos los aficionados a través de internet, quienes además podrían votar desde las redes sociales para darle un impulso adicional de velocidad a su piloto favorito, algo que ya se aplica en la Fórmula E.

En 2015, Ferrari también sacó su propio diseño futurista, y siguió la misma filosofía de diseñar en gran medida bajo las reglas que hoy mandan en la Fórmula 1. Su concepto es de ruedas y cabina descubiertas, quizás los dos únicos elementos de diseño que han permanecido casi imperturbables a lo largo de toda la historia de la máxima categoría. El casco del piloto está integrado a la carrocería, aunque no explica las razones para hacerlo así.

Ferrari presentó su concepto en una página web, donde solo incluye dos imágenes, y no explica mayor cosa sobre la tecnología que viviría en las entrañas de su monoplaza. Sin embargo, a simple vista puede detectarse que el alerón trasero es mucho más bajo que lo que se utilizaba en 2015 cuando sacó su diseño, y quizás esté más apegado a las reglas vigentes en 2017.

También en 2015, McLaren presentó su propio concepto, el MP4-X. Quizás el más ambicioso de todos los diseños futuristas, el concepto de McLaren era el más avanzado tecnológicamente con una aerodinámica activa que se reconfigura curva tras curva y que convierte en plasma el flujo de aire alrededor de los alerones.

La cabina es cerrada, pero con visibilidad absoluta de 360 grados, y con tecnología en los cascos que se asemeja a la de los pilotos de combate, donde la información crucial de mapeo, situación en la competencia, alertas y demás, se le va presentando al piloto en su visera.

El concepto de McLaren propone devolver el «efecto suelo» a los coches, una de las más grandes innovaciones en la historia del automovilismo, que sin embargo fue prohibida en 1982 en la Fórmula 1 por cuestiones de costes. Esto radica en canalizar aire por debajo del monoplaza para hacer una especie de succión del coche hacia el suelo y aumentar la velocidad y la estabilidad en las curvas.

El motor sería híbrido, pero con una amplia dotación de elementos de captación de energía eléctrica a través de baterías recargables en el frenado, o paneles solares.

McLaren pensó hasta en las marcas que se anunciarían sobre la carrocería, diseñando un sistema similar al que hoy se utiliza en la publicidad en internet, donde se toman en cuenta lo patrones de navegación para personalizar anuncios mucho más dirigidos. Eso era lo que McLaren soñó con trasladar a la pista en su MP4-X.

En 2010, Red Bull también había hecho su propio modelo de coche futurista. El concepto X2010 fue diseñado ni más ni menos que por Adrian Newey, el gran genio de la aerodinámica que llevó a Red Bull a su tetracampeonato con Sebastian Vettel, y que antes en los 90 había sido parte fundamental en las innovaciones de Williams que resultaron en títulos, lo mismo que en McLaren a finales de los 90 y comienzos de los 2000.

El concepto seguía una filosofía idealista, una en la que no hubiera reglas. «Si no tuviésemos reglas, habría la oportunidad de diseñar un coche que fuera obscenamente rápido a lo largo de una vuelta. Aunque sería bastante incómodo por que las fuerzas G serían muy altas», explicó Newey sobre su diseño, que se realizó para el videojuego Gran Turismo 5, aunque se realizó la construcción de un modelo conceptual a tamaño real, pero sin funcionamiento.

A simple vista, se asemeja más a un coche de carreras de prototipos que a un Fórmula 1 real, y el mismo Newey parece dejarlo claro al diseñar sin apegarse a reglas, pues son precisamente éstas las que hacen que los coches de F1 luzcan precisamente como hoy, mientras que las reglas en las carreras de prototipos son más liberales y diversas. Como en los prototipos, el concepto presenta ruedas cubiertas, mientras que el área del piloto también está cubierta asemejándose mucho a la cúpula en la cabina de un jet de combate.

La silueta de un coche de Fórmula 1, a lo largo de la historia, ha sido una obra en constante proceso. La evolución es permanente. Todo el tiempo, un puñado de mentes astutas mezclan la ciencia, el arte y la burocracia. El objetivo: leer una y otra vez las reglas para encontrar resquicios legales que puedan explotar científicamente para alcanzar mayor velocidad y estabilidad, sin perder belleza en la construcción del monoplaza. En esos baluartes se ha hecho fuerte la Fórmula 1.

Y fruto de la astucia de esas mentes, surgen inventos que unos años después llegan a los coches de calle. La Fórmula 1, nido de innovación, la manejamos a diario en nuestra vida. Algunos de aquellos inventos que ganaron campeonatos mundiales hoy son habituales en los coches de hoy en día. Por eso, cuando los hombres de la F1 sueñan con el futuro, nosotros debemos prestar atención. Mucha atención.

FUENTE:VICE.COM