Sin Messi, sancionado de oficio por la FIFA, la Selección no pudo aprovechar sus buenos momentos y cayó ante el conjunto local. Con el triunfo de Chile, el equipo de Bauza queda en zona de repechaje
Quedó develada la gran incógnita sobre cómo iba a influir la ausencia del mejor jugador del mundo en el resto de sus compañeros.
Desde los primeros movimientos se observó una clara superioridad local. El duelo se disputaba en el área de Sergio Romero y la llegada del gol era cuestión de tiempo.
La falta de conexiones entre las líneas de volantes le permitía al conjunto de Soria amenazar a Chiquito con remates de media distancia, centros cruzados y triangulaciones ofensivas que desarticulaban a la zaga central compuesta por Facundo Roncaglia y Mateo Musacchio.
Sin embargo, los contragolpes propuestos por Ángel Di María y Ángel Correa le dieron aire al combinado del Patón. La velocidad de los atacantes servía para exigir a Lampe y abastecer a Lucas Pratto, quien se mostraba muy impreciso adentro del área.
Lo llamativo fue que en el mejor momento de la Argentina, Pablo Escobar envió un pelotazo frontal para que Juan Carlos Arce establezca el 1 a 0.
Además, antes de que finalice la primera etapa, Ramiro Funes Mori debió abandonar el campo de juego por una lesión, y en su lugar ingresó Matías Caruzzo. En un campo en el que el cansancio aparece como un factor fundamental, el técnico de la Albiceleste tuvo que agotar una variante de forma prematura.
Justamente, el defensor de San Lorenzo tuvo responsabilidad en el segundo grito boliviano con un pésimo cierre que facilitó la tarea de Moreno Martins. La soledad del delantero del Wuhan Zall dejó sin posibilidades a Romero, quien mostró una extraña maniobra en su intento de desviar el remate. Con el 2 a 0 ya estaba todo definido.