CHASCOMÚS – El fin de semana en la ciudad de Chascomús, se vivieron dos realidades diametralmente opuestas. Por un lado la lógica alegría por la gran afluencia de gente que sigue eligiendo la ciudad como destino turístico, y por otro una gran sucesión de hechos de inseguridad que cada vez preocupan más a los vecinos.
Uno de los hechos, fue algo que nos preocupa de sobremanera a quienes somos padres, y que pudo terminar en una verdadera desgracia. Además de ser en sí mismo una cobarde modalidad, que se suma a las que cada día van apareciendo, como una plaga que crece día a día: ahora fue un ataque «tipo piraña» donde varios individuos (no nos sale llamarlos personas) atacan de manera cobarde a alguien que en ese momento está solo y por lo general totalmente indefenso.
Sucede que el joven Juan Ocampos, de 19 años de edad, que tiene dos trabajos (uno en Atalaya por la temporada) y otro trabajando en la barra de la cervecería Kibor, para poder costearse los estudios.
Juan, salió de su trabajo a las 4 am., y se dirigía a su casa, caminando por la calle Muñiz, donde frente a la escuela municipal 1, dos sujetos le ofrecen vino, a lo que Juan responde que «no». Ante la negativa del joven, los sujetos le vuelven a insistir. Juan caminó más rápido para alejarse de los individuos, pero estos lo alcanzan y lo empiezan a «tironear, y empujar». Juan sabe cómo defenderse, ya que tiene 10 años de práctica de tae kwondo, pero la cosa se complicó porque se sumaron otros cinco sujetos más, por lo que ya eran 7 u 8 contra uno.
Le pegaron con algo que sería un fierro o un cuchillo, y lo cortaron. Lo tiraron al suelo y lo lastimaron. Le robaron las zapatillas y Juan pudo zafarse, y escapar corriendo hasta la comisaría, donde llegó descalzo y todo lastimado.
Ahí lo llevaron al hospital, donde lo cosieron. En la cara, en el brazo y en la espalda.
Esto lo narró su madre, Marcela Scaglia en Facebook, diciendo que «No saben lo que es despertarte con tu hijo de esa manera»…
Realmente no lo sabemos, y no queremos ni siquiera imaginarlo. Nos solidarizamos con Juan, y con sus padres, Marcela y José, pero sobre todo acompañamos el reclamo a las autoridades para que hagan algo.
No es posible que esto pase en Chascomús. ESTO NO ES CHASCOMÚS. NO PERMITAMOS QUE NOS CONVIERTAN EN OTRO LUGAR DEL CONURBANO.
SEÑOR SECRETARIO DE SEGURIDAD, SEÑOR INTENDENTE. ¡HAGAN SU TRABAJO!
imagen «ilustrativa de 0221.com.ar»