ATENCIÓN: ANMAT PROHIBE MEDICAMENTO, POR CONSIDERARLO FALSIFICADO

Este martes la Anmat prohibió la venta y uso de un anestésico por considerarlo «falsificado». Mirá de qué marca de este producto se trata.

La Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) prohibió este martes el uso, la comercialización y la distribución en todo el territorio nacional de todos los lotes y presentaciones de un producto médico por considerarlo «trucho». Se trata del “Anestésico local potenciado Atom 5, Elaborador N° 77698. MS y AS Res. 739/99 Uso externo – Venta libre Industria Argentina”, que según el organismo es un producto falsificado.

Según dio a conocer esta mañana en el Boletín Oficial esta administración a través de la Disposición 5822/2021, “desde el punto de vista sanitario, se trata de un producto falsificado, y se desconoce su efectivo origen y composición, situación que resulta en un riesgo para la salud de la población”.

“El producto Potenciado Atom 5 no detalla ni siquiera los datos mínimos para ser un medicamento autorizado, como son: los componentes de la formulación, los datos del laboratorio elaborador, responsable técnico, dosificación, modo de conservación, entre otros datos indispensables; aunque si se indican propiedades terapéuticas propias de un medicamento”, aseguró la ANMAT.

La prohibición de la ANMAT fue a partir del secuestro de una serie de unidades que se comercializaban un local de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, “presuntamente sin habilitación sanitaria”, en el marco de una causa caratulada como delito por la “venta, suministro o distribución de aguas o sustancias peligrosas para la salud disimulando su carácter nocivo”.

«No es posible determinar si las unidades fueron elaboradas en las condiciones que indica la ley y cuál es la verdadera composición; ni tampoco conocer si los insumos utilizados para su fabricación son aptos para la aplicación en humanos y cuáles son sus efectos reales”, añadieron desde la Anmat.

Es por estas razones que desde la ANMAT se consideró que “no se puede asegurar la calidad, seguridad y eficiencia del producto”, sino que -por el contrario- “reviste riesgo para la salud de los potenciales pacientes”.