En un encuentro definitorio, Boca supo aprovechar sus oportunidades y le ganó a Tigre en el Mario Alberto Kempes.
Boca Juniors se consagró campeón este domingo por la tarde de la Copa de la Liga Profesional de Fútbol (LPF) tras haber ganado a Tigre por 3 a 0 con goles de Marcos Rojo, Frank Fabra y Luis Vásquez para sentenciar el encuentro.
El partido decisivo se llevó a cabo en el estadio Mario Alberto Kempes de Córdoba, ante más de 50.000 personas, y así Sebastián Battaglia sumó su segundo título desde que está en el cargo al mando del equipo de La Boca.
Fue superior en el inicio Tigre, que con presión alta y recuperación dominaba la posesión de pelota, y hasta tuvo una opción clara cuando en un córner desde la derecha Boca marcó mal y de cabeza Víctor Cabrera tiró apenas desviado. Mientras, Battaglia se desdoblaba en señas para sacar a su equipo del fondo, y así, pasados los 15 minutos el auriazul emparejó el trámite, con el buen pie de Óscar Romero y Guillermo «Pol» Fernández, más la explosión de Sebastián Villa y Eduardo Salvio, encontrándose con la pelota y explorando espacios en la defensa rival.
Se iba esa primera mitad y Boca se encontró en tiempo de descuento con la ventaja, cuando en un córner desde la derecha Rojo ganó en el área y con un buen cabezazo venció la débil resistencia de Marinelli, que no pudo evitar la caída de su vaya y así su equipo se fue al descanso en desventaja. Así, era todo fiesta en las tribunas que ocuparon los hinchas boquenses durante el entretiempo, con la ilusión de acercarse a un nuevo título de su rica historia.
El Matador de Victoria salió rápidamente en el complemento a buscar la igualdad, sin perder el orden en la defensa para controlar a los veloces delanteros rivales, se hizo del dominio del balón y comenzó a llegar una y otra vez al arco de Agustín Rossi. Los de Battaglia, replegados, esperaban alguna contra para aumentar la ventaja, aunque desde la tribuna ese clima festivo del entretiempo se transformaba en nerviosismo e incertidumbre.
Aunque el colombiano Fabra despejó todas las dudas con su golazo, que logró con un potente zurdazo desde afuera del área, y así volvió la locura entre los fanáticos xeneizes que colmaron la popular Artime, la platea Gasparini y la mitad sur de la platea Ardiles.
Llegaron los cambios, ovaciones para varios futbolistas del flamante campeón, y los de Victoria sintieron demasiado el golpe del 2-0, sin mostrar reacción para ponerse nuevamente a tiro.