Chascomús, cuna del pejerrey: cómo trabaja Piscicultura para abastecer a la Provincia y al mundo

Alfredo “Cacho” Astessuain explicó en Ataque de Radio el detrás de escena de la cría de pejerreyes y el rol estratégico del centro local.

06de Diciembre de 2025

CHASCOMÚS –   En una entrevista en  Ataque de Radio-Home office-, desde el vivo de Facebook de la Revista Digital,  Alfredo “Cacho” Astessuain, Coordinador de Vinculación y responsable de la Estación Hidrobiológica de Chascomús, repasó el trabajo que realiza el histórico establecimiento de Piscicultura, único en América Latina dedicado exclusivamente a la cría de pejerreyes.

Astessuain asumió el cargo tras la jubilación del recordado Gustavo Berasain y su esposa, un desafío que —según contó— aceptó “con orgullo y alegría”. Durante el diálogo explicó los motivos de la veda del pejerrey, que se aplica entre septiembre y el 1° de diciembre, coincidiendo con su etapa reproductiva. También recordó que deben devolverse al agua los ejemplares menores a 25 centímetros. “Un pejerrey de un año mide entre 12 y 13 centímetros. Uno de 25 ya tiene dos años y pasó por dos ciclos reproductivos”, detalló.
A pesar de que las normativas existen, lamentó que no siempre se respetan: “Las multas son altas y te sacan todo el equipo… ronda los 600 mil pesos”. También recordó que el carnet de pesca es obligatorio y cuesta alrededor de $800, disponible en Piscicultura o en la web del Ministerio de Desarrollo Agrario.

La Estación de Chascomús cuenta con un equipo de diez personas entre biólogos, técnicos, administrativos y quienes trabajan en las piletas. Allí se producen unos 10 millones de alevinos por temporada. Este trabajo se integra al programa provincial de Repoblamiento de Lagunas, que permite abastecer con pejerrey a espejos de agua públicos y privados de Buenos Aires, además de lagunas de provincias como Salta, Catamarca, Santa Fe y Córdoba.

El crecimiento de la actividad también generó interés internacional. Piscicultura trabaja en un convenio con Perú para la construcción de una estación hidrobiológica en el lago Titicaca, con asistencia técnica y genética provista desde Chascomús. La diferencia de precios es un incentivo fuerte: mientras el kilo de trucha ronda los u$s 3 en Bolivia y Perú, el pejerrey llega a los u$s 8.

Astessuain destacó además los estudios previos a cada siembra, que incluyen análisis de agua para determinar la presencia de zooplancton, alimento indispensable para los alevinos.

Hacia el final, subrayó la relevancia del trabajo realizado en la ciudad: “Es impresionante lo que se hace en Chascomús. Este es el único lugar de América Latina donde se cría pejerrey, y desde acá aportamos al país y al mundo”.

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