CHASCOMÚS: ENOJO Y MALESTAR POR LOS TRABAJOS DE REMODELACIÓN DEL CENTRO, QUE ADEMÁS TARDARÍAN MÁS DE LO PREVISTO

REMODELACIÓN DEL CENTRO DE CHASCOMÚS

Pese a los reclamos de los comerciantes y vecinos que se encuentran olvidados por el estado de las calles y problemas barriales, el Municipio de Chascomús comenzó con las obras de la remodelación del Centro Comercial en la ciudad, demostrando de esta manera, que las reuniones mantenidas con comerciantes para tratar de como mínimo posponer el inicio de estas obras, fueron solamente para la tribuna.

El proyecto, desató polémica desde su nacimiento, dado que en primer lugar, provocó la lógica preocupación de los comerciantes, que consideran (creemos con justa razón ya que los motivos que exponen son más que válidos) que no es el momento adecuado para emprender esta obra.

Los comerciantes, explican que en primer lugar, la situación económica del país, ha generado una recesión que provocó una notable merma en las ventas, acompañada de una suba de impuestos, que forman un «combo» que torna crítica la situación actual. En ese contexto, la realización de una obra que durará meses, les provocará un lucro cesante difícil de asimilar, porque habrá una baja más acentuada en las ventas dada al complicado y/o problemático acceso a los locales, mientras dure la obra.

Por otra parte, esto terminará afectando no solo a los comercios que se ubican en la arteria principal (Libres del Sur), sino que además perjudicará a los que estén en las calles transversales, y seguramente también afectará a los de calle Belgrano y calle Alvear, esto como consecuencia de los inconvenientes de circulación y estacionamiento en la zona.

Para colmo, aparentemente la obra tardaría el doble de lo que dicen las autoridades por cada cuadra. Esto duplica el efecto nocivo que deberán soportar los comercios.

ALGUNOS VECINOS Y COMERCIANTES NOS HACEN LLEGAR ALGUNAS FOTOS, SOSTENIENDO QUE ESTO DURARÁ BASTANTE MÁS DE LO PREVISTO…

A esto, se suma la ordenanza del Ejecutivo de que cada comercio se haga cargo del pago de las refacciones, en un 50% del costo, y de acuerdo al metraje del frente de cada local, por lo que si bien algunos están en condiciones de hacer efectivo ese pago, no todos tienen el mismo pasar, o ingresos, lo que según ellos mismos plantearon al gobierno local, terminará generando cierres de algunos comercios, y pérdida de fuentes de trabajo, quedando gente en la calle o porque cerró su lugar de trabajo, o porque los titulares no están en condiciones de seguir abonando sueldos, debiendo recurrir a achiques de personal que son lisa y llanamente despidos (aunque paradójicamente el municipio promociona esto como una obra que generará más y mejores ingresos a los comercios).

Otros que han puesto «el grito en el cielo», son una innumerable cantidad de vecinos de distintos barrios, que se sienten totalmente postergados, pasando penurias por los estados de las calles, que en algunos casos, directamente impiden el acceso a sus domicilios cada vez que llueve un poco más de lo normal, y sufren otras faltas de atención, como la limpieza de zanjas, los trabajos que en algunos casos no se hacen, en otros se hacen a medias, y en otros se hacen mal.

Las cosas son sencillas: la plata para el trabajo, la mandó la Provincia de Buenos Aires, porque preguntan a los municipios que uso pretenden darle, y cada municipio de acuerdo a lo que considera prioritario, es que hace la solicitud al gobierno provincial.

Por eso, el cuestionamiento básico, es que se priorizó algo que podría haber esperado, e incluso puede perjudicar a un importante sector de la sociedad, como también muchos reclaman otras obras que a su juicio tienen mayor urgencia.

Hoy, sobre todo en las redes sociales, se puede apreciar cómo la gente manifiesta su enojo. Todos entienden, que la obra debe hacerse, pero no creen que sea este el mejor momento, anteponiendo esta iniciativa a otras obras.

Desde los demás bloques de concejales, aseguran no estar de acuerdo con esta suerte de «capricho» del intendente Gastón, y en «off the récord» manifiestan serias dudas acerca del porqué de esta «actitud obstinada».

Dicen las malas lenguas que el dinero de la Obra se habría cobrado y gastado en otras cosas, y ahora necesitarían hacerla sí o sí para regularizar esta situación.

Mientras tanto, los vecinos expresan su desazón a través de las redes sociales…

Nosotros pensamos bien. Preferimos creer que se trata de una nueva «torpeza política» que terminará pagando muy caro el vecinalismo gobernante.