El chascomunense, abogado y docente de Derecho Ambiental de la Universidad de Buenos Aires y la UNSAM, Jorge Cuello, fue invitado a la Televisión Pública para hablar de la problemática de los incendios forestales, sus causas y consecuencias.
Aseguró que el principal motivo que favorece los incendios forestales son las condiciones climáticas que tienen que ver con el verano, por las tormentas eléctricas, altas temperaturas, y demás.
También influye, según dijo Cuello es la irresponsabilidad y la negligencia del accionar humano, por colillas de cigarrillos, o un fósforo, o un asado en el que no se apagan las brasas como corresponde, terminan provocando estos siniestros.
Por otra parte, dijo que también existen los casos de gente inescrupulosa que provoca estos incendios de manera intencional. Eso, afirmó Cuello con motivo de desarrollar proyectos inmobiliarios, ya que necesitan “desmontar” las superficies a vender, o el desarrollo de actividades agrícolo ganaderas.
Aseguró que debe haber educación y concientización, pero la única forma de combatir este accionar, es a través de una férrea decisión política, de todos los niveles de gobierno. Nación, provincias y municipios, para afrontar estas situaciones e invertir en capacitación, recursos humanos y materiales para afrontar estos incendios.
Hizo mención a que, si bien existe colaboración ante la urgencia entre países limítrofes como por ejemplo Chile, aún no hay políticas desarrolladas en conjunto.
A este respecto, Cuello viene insistiendo en la necesidad de crear una Agencia Binacional entre Argentina y Chile, que posibilite la acción conjunta entre ambos estados, ya que los incendios no reconocen fronteras. “Por eso es muy importante que ambos presidentes tengan infraestructura, equipamiento y planes de capacitación comunes a ambos estados”, aseguró, mencionando también que harán lo posible para hacerle llegar esta idea al Papa Francisco en su próxima visita a Chile.
Culminó afirmando que el Código Penal establece para los delitos que atentan contra la seguridad pública, penas de entre 3 a 25 años, de acuerdo a la gravedad del caso para castigar a quienes provoquen incendios de forma intencional, y que las mismas lógicamente se incrementan si provocan alguna víctima.