Antes de ayer, publicamos una nota referida a una triste y complicada situación que está viviendo una nena de 8 añitos de edad, vecina de Chascomús, y que su mamá hizo pública desde su perfil de la red social Facebook.
Allí, la señora llamada Mónica, contó que la criatura padece una enfermedad llamada «pubertad precoz», que provoca trastornos en el crecimiento de la niña, y que si no es tratada con un medicamento específico, podría derivar en un cáncer de útero.
Luego de narrar los pormenores de su lucha para conseguir el remedio que su hija necesita (cuesta $12.000.-) y debe utilizarlo por los próximos tres años, cada 28 días, contó sus peripecias ante las autoridades, que nada hicieron para solucionar el problema.
No solo no se la escuchó, sinó que sintió en carne propia el maltrato de quienes supuestamente debían contenerla en esta situación. La pasearon por los laberintos de la burocracia, como si la urgencia fuera un capricho de la desesperada mamá, que solo pedía ayuda para poder suministrar la medicación a su pequeña que se va deteriorando día a día ante sus ojos por la maldita enfermedad que la afecta.
Finalmente, pasó lo que suele ocurrir, en un pueblo de buena gente como lo es Chascomús, la solidaridad de los vecinos, y algún dirigente político, lograron el milagro: Consiguió el dinero para pagar la dosis actual, y para los próximos tres meses.
Ayer, volvió a publicar en su cuenta, pero el mensaje fue muy distinto. Solo palabras de agradecimiento y alegría de una mamá desesperada por ayudar a su hijita. Una mamá que en una conversación privada me dijo «haría lo que fuera para ayudar a mi hija» . Y, mientras leemos las líneas que escribió en su muro, podemos sentir su inmensa alegría y alivio. Por lo menos, sabe que por tres meses, su hija contará con la atención que necesita. Y se la nota optimista. Sobre todo, porque hace un par de días, la zozobra era insoportable. Las horas que pasaban, y la incertidumbre de cómo conseguir el dinero, ante la inoperancia y la inhumana y burocrática reacción de las autoridades la torturaron y le destrozaron el alma.
Pero se aguantó. Luchó. Pidió ayuda, y la gente respondió. Y Sofía recibió su medicación.
Ahora hay que mirar hacia adelante, y tratar de solucionar el problema que se viene luego de estos próximos tres meses, porque la nena necesita tratamiento por 33 meses más.
En su pedido de ayuda, pasó por distintas Secretarías y llegó hasta el mismísimo Intendente de Chascomús. Esperemos, que ahora hagan lo que tienen que hacer, y se pongan en campaña para ayudar a esta nena de ocho añitos, que tiene toda la vida por delante.
Al final de cuentas, son solo $12.000.- para funcionarios que cobran un sueldo de alrededor de $100.000.- mensuales para, entre otras cosas, ocuparse de estas situaciones.
LA PUBLICACIÓN DE AGRADECIMIENTO DE MÓNICA MILLARINI
