El empresario de la noche, Jorge “el gallego” Morilla, mantuvo una muy interesante charla con Alberto Morel y Martín Palmero durante el programa “La revista de la tarde” que se emite por la FM 101.5, en donde abordaron todos los temas que tienen que ver con la nocturnidad, menores, alcohol e inclusive el flagelo de la droga.
Morilla se mostró relajado, y al escucharlo, uno se da cuenta que realmente sabe de lo que habla. Años de experiencia en el tema, avalan sus juicios y diagnósticos de un tema que muchos opinan, pero pocos conocen en profundidad. En principio, narró que, desde la temprana edad de catorce años, comenzó su vínculo con la noche y los distintos trabajos que se realizan en ese ámbito.
Tanto trabajó como empleado, y también fue propietario de distintos negocios.
Dijo que “en el año 76, yo tenía 15 años. Y llegó la dictadura. Lógicamente un menor no podía trabajar y menos a esas horas, pero conseguí un permiso, a través de una persona que estaba en la gobernación, que justificó la razón del trabajo y pude seguir trabajando, por lo que en tantos años viví todos los cambios culturales y políticos que hubo en el país”.
Con respecto a los cambios, el “gallego” recordó el año 1982, que, con la guerra por Malvinas, trajo como consecuencia que en los boliches comience a pasarse música nacional, rock y progresiva, ya que hasta ese momento solo se pasaba pop, y otras internacionales.
De todas maneras, para Morilla “aunque cambiaron las formas, la noche no ha cambiado tanto. Gracias a Dios, Chascomús es una ciudad tranquila. Hubo un período entre los años 93 al 95 que existieron algunos problemas, pero eran hechos muy puntuales. Pero no hay ni ha habido problemas graves”.
Continuó diciendo que “uno de los cambios más graves, es la proliferación de los estupefacientes, aunque siempre los hubo, pero no tan al alcance de la mano como hoy, pero lo más llamativo es que lo toman como algo natural”.
Con esto, aclaró que no hubo un cambio cultural en la “forma” de divertirse, pero sí en el aspecto de las drogas. “El gran cambio cultural, comenzó con la llegada de la democracia. Ahí fue un vuelco terrible…En muy poco tiempo cambiaron muchísimo las cosas. Esto también como caso más concreto fue en España, con el famoso destape”, reflexionó.
Respecto de la ley n°14.050 que trata del consumo de alcohol y su forma de implementación, Morilla afirmó que “es una ley de noviembre de 2009. Y es importante leerla, ya que todo el mundo cree que es solamente para boliches bailables, pero no es así. Esto comprende a otro tipo de negocios también. Su artículo 2 habla de restaurantes, cantinas, cervecerías, cafeterías, casinos, bares, salas de juegos, kioscos, y por ejemplo en el caso de los bares no hay ningún tipo de control”. Y continuó diciendo que “a mí, me parece bien la ley. Pero lo que yo tocaría de la ley es el tema del horario de ingreso y cierre. La ley dice que el horario de ingreso, tanto en verano como en invierno es hasta las dos de la mañana. Y el horario de cierre, en invierno, es hasta las cinco y media de la mañana, pero en verano, cada municipio puede otorgar la prolongación de horario, que es una hora más. Lo que pasa es que el horario de ingreso es muy temprano, para una ciudad con la cultura que tiene Chascomús es muy temprano. Uno que trabaja se le hace muy temprano las dos de la mañana. Y una persona mayor, de la edad que sea llegan las dos de la mañana ¡y no puede ingresar a un boliche! Pasa lo mismo en el caso de que tengas un asado, y se te hace tarde por algo, y siendo mayor, no te pueden vender alcohol. Si sos mayor. De última, que pidan documentos y no les vendan a los menores. Argumentan esto, con la idea que no haya tanto consumo en la previa, pero esto ocurre en las casas con el consentimiento de los padres. Esto se ha hecho toda la vida y consentido por nosotros”, sentenció.
En referencia a las previas, afirmó que “Esta costumbre, viene de hace muchos años y tiene que ver con los costos. Le sale más barato ir a un almacén, comprar el alcohol entre todos, y tomar antes de ir al boliche que es mucho más caro”.
También, admitió que en Chascomús el horario de ingreso más temprano “ha dado resultado, aunque la verdad, y te lo puedo demostrar, es que en Chascomús hoy hay un cuarenta, o cuarenta y cinco por ciento de gente que ha dejado de salir”.
Morilla, con gran experiencia en el tema, explicó también que las promociones, regalos y demás para tentar a la gente a ingresar antes de las dos, nunca han dado resultado. “Ni aunque les permitas ingresar gratis”, aseveró. Además, afirmó que lo que serviría es hacer charlas con personas que realmente conozcan la noche, y además tengan un acabado conocimiento de la realidad del pueblo o ciudad y sus costumbres. “Chascomús no es lo mismo que Quilmes, o Longchamps, o cualquier otra ciudad”.
“Con respecto al tema del ingreso de menores, nosotros tenemos un control muy estricto en el “Club 54”, pero yo te daría el teléfono mío, para que veas la cantidad de padres que me escriben para que les permita ingresar a sus hijos (menores) al boliche. Acá hay padres que ayudan a los hijos a alterar el documento”, sentenció.
Igualmente, Morilla fue muy claro al asegurar que en Chascomús, la ley no es pareja para todos, afirmando que “Nosotros no permitimos el ingreso a los menores, pero los chicos no se van a su casa. Van a otros lugares en donde no solo les permiten entrar, sino que ahí no hay control de horario, de ingreso, no hay control de capacidad, ni de absolutamente de nada. Esto ocurre en cualquier bar, que inclusive debería tener más controles, porque no tienen el mismo espacio que nosotros, tienen mesas y sillas, y es más complicado”, concluyó.