Durante la jornada de ayer, lamentablemente se produjo una nueva renuncia en el Hospital Municipal San Vicente de Paul: el doctor Oscar Santander (médico de terápia y patólogo), que además trabaja en el Hospital San Martín y ex jefe del servicio de medicina de urgencia y de terapia intensiva de nuestro hospital y actual coordinador de uti de la clínica.
Esto se suma a la reciente renuncia del infectólogo, dr. Facundo Arguello, quien hoy reviste en la vecina localidad de Ranchos. Y pareciera corroborar los rumores y denuncias recientes acerca de irregularidades en el nosocomio.
Resulta incomprensible para la sociedad, que jústamente en el momento donde más se necesita del profesionalismo que siempre ha caracterizado a la querida institución, estén ocurriendo estas cosas, que casualmente (y desde hace bastante tiempo) apuntan al manejo de la Secretaria de Salud, y algún otro funcionario.
Así, y con ese denominador común, el doctor Santander, pasa a integrar la larga lista de defecciones durante la gestión de Arias, entre las que se cuentan entre otros el actual Director de Salud de la vecina localidad de Ranchos, Santiago Dos Santos y la médica psiquiatra Romina Bonadeo (https://larevistadigital.com.ar/blog/chascomus-medica-psiquiatra-afirmo-que-fue-inducida-a-renunciar/ ) .
Este último hecho, según nos confían fuentes inobjetables, habría sido consecuencia que le habrían enviado de manera inconsulta y sin previo aviso un paciente con posible COVID 19 a terapia intensiva, por lo que Santander se habría quejado ya que nada le dijeron, obteniendo como respuesta un: «Ponete el delantal y vení a laburar». Esto, como es lógico, y luego de venir tolerando una serie de incidentes, provocó el hartazgo del galeno que decidió renunciar inmediatamente ya que como habría dicho: «así no se puede trabajar»…
La realidad, es que el Hospital seguirá siendo una de las instituciones más queridas por los vecinos de Chascomús, y precisamente por eso, creemos que las autoridades deben tomar decisiones y evitar de alguna manera que esto siga sucediendo. Es momento que se decida si es más importante la amistad y el aprecio por un funcionario, o cuidar y preservar la institución que hoy (sobre todo durante una pandemia) debería ser un ejemplo como siempre lo fue.
Ente otras cosas, este es uno de los mandatos que el vecino pretende de quienes ha votado con una inmensa mayoría.