Esto sucedió en el mes de agosto pasado, y afirman que no sería el único caso.
27 de septiembre de 2022
CHASCOMÚS – El intendente Javier Gastón acaba de anunciar un aumento de los salarios de los empleados municipales. Ese tan esperado aumento que tanto tiempo se postergó e hizo que la gente llegue a un estado de necesidad que ya se podría traducir en salarios de hambre.
Esta situación (que tampoco ahora está solucionada, ya que aún falta bastante), provocó muchas cosas en los sufridos empleados del municipio. Broncas, enfermedades, necesidades no cubiertas, deudas, y personas que de no contar con otro ingreso familiar, no tienen forma de sobrevivir, con aproximadamente $30.000.- de sueldo… ¡Si, hay gente que cobra eso!
También la realidad dura e implacable, ha provocado otras cosas, como por ejemplo la renuncia al trabajo en la «Muni». Probablemente para trabajar en otra cosa, o porque han podido hacerlo de alguna manera. Tal es el caso de Rocío Caso (en su cuenta de facebook«Roh Rodriquez») que renunció, pero además expuso en su cuenta de la red social mencionada los motivos: Los salarios vergonzosos, y el maltrato recibido, a saber: Malas condiciones de trabajo y peligro por la falta de mantenimiento de los vehículos (era chofer de un camión) .
Estas cosas, nos hacen tomar consciencia de cómo y con que tienen que lidiar los municipales… Siempre son los postergados. Siempre el «último orejón del tarro». En un país donde todo se hace extremadamente difícil, los empleados del municipio, quedan a la deriva.
¿Con qué ganas, un empleado municipal puede ir a su trabajo cada día? ¿Cómo se vive sin acceso a cumplir con las necesidades básicas de una familia? Y ni hablar de cumplir con algún sueño o deseo… Eso es simplemente ficción para este afligido grupo de personas.
Con esa realidad, se pierden todos los derechos: No tienen derecho a comer un asado, no tienen derecho a salir, a tomar un remís, no tienen derecho a llevar a sus hijos a tomar un helado, no tienen derecho a salir a cenar, o almorzar. Y ni hablar de enfermarse y necesitar compra de remedios. Imposible.
El intendente, otorgó una aumento. Bien. Era hora. Bastante los mantuvo en espera, pero se nota que advirtió o le dijeron que la gente se está cansando. Nos preguntamos: ¿puede entender lo que pasa a una familia que tiene por ingresos 30 o 40 mil pesos alguien que cobre 1.000.000.-? ¿por qué esperó tanto? Probablemente los políticos (y debemos incluir a los gremios) viven otra realidad. Demasiado educados son los empleados municipales.
ACÁ TRANSCRIBIMOS UNA CARTA AL INTENDENTE. DE UNA PERSONA QUE VIVIÓ ESTO Y PUDO RENUNCIAR: