CHASCOMÚS: “TODO A FOJA CERO” O EL ADELANTO QUE NO FUE…

Días atrás, asistimos a una puja que mostró una vez más que en materia de mañas, el verde oficialismo de Chascomús las tiene todas.

Como tantas otras veces, han reaccionado a un conflicto, de la manera que mejor les sale: haciendo lo que se les antoja, para luego, desviar el eje del asunto, culpando al de enfrente, o en muchos casos, tratando de “enfrentarlo” con la opinión pública.

En esta ocasión, se trató del tema de salario del empleado municipal. Ese mismo empleado al que tanto dicen cuidar, pero en el momento más difícil, que dificulta sobre todo a quienes tienen menores ingresos y deben cumplir con la escolaridad de sus hijos, sus compromisos contraídos, y sobre todo, “parar la olla” en medio de una inflación que complicó a todo el mundo, pero los integrantes del oficialismo chascomunense, parecen mirar hacia otro lado.

La historia concreta es la siguiente:

El acuerdo logrado por la mesa salarial hace aproximadamente un año y que está en vigencia, fue bastante satisfactorio, aunque la realidad lo ha tornado insuficiente por la gran inflación que ha venido complicando la vida de todos los argentinos, especialmente la de los trabajadores de menores ingresos.

La salvación, o el momento tan esperado por los empleados municipales, llegará el mes de marzo de 2019, de la mano de la llamada “cláusula gatillo”, que se activa en ese momento, y pone las cosas en su lugar, llevando los salarios al mismo porcentaje que se hubieran depreciado a causa de la inflación.

Como faltan varios meses para la ansiada cláusula gatillo, los gremios solicitaron al departamento ejecutivo, que evalúe la posibilidad de adelantarla, o hasta inclusive que sea una parte, pero la respuesta fue negativa, o como diría un dirigente gremial local “hicieron como si no nos hubieran escuchado”.

Los partidos de oposición, escucharon el reclamo, y presentaron un proyecto de ordenanza para que el ejecutivo deba reunirse con la Mesa del Salario, y se aprobó por mayoría, ya que el oficialismo votó en contra, con la lógica excepción de la concejal Machado, dada su pertenencia sindical.

El oficialismo vecinalista, no se preocupó demasiado y delineó una estrategia para salir del paso, y al parecer lo consiguió con éxito.

Lejos de amilanarse, llamó a los gremios a una reunión, y en una movida de ajedrez, consiguió su objetivo.

¿Qué hizo?… Cambió el eje del conflicto, asegurando que “un nuevo acuerdo, deja lógicamente sin efecto el acuerdo anterior” como declaró ante los medios el secretario de gobierno, según dijo por orden del intendente.

De esta manera, consiguieron dar vuelta las cosas, ya que, si los gremios no accedían a la nueva propuesta, todo quedaba como hasta ahora, y si la aceptaban, el cambio en lugar de beneficiar a los trabajadores, beneficiaba al gobierno, sobre todo porque pretendían dejar sin efecto la cláusula gatillo que deberán afrontar. Buena movida.

“Ahora sí te doy un bono… pero para que no lo agarres” …

La jugada fue la propuesta del ejecutivo, que consistía en una especie de “bono” de $4.500.- Un bono que históricamente se negaron a brindar a los empleados, aunque en los municipios de la zona se han pagado varias veces.

Lo que pasó, es que el bono en cuestión era conveniente para el oficialismo, ya que se pagaba en tres tramos, pero dejaba sin efecto la cláusula gatillo, poniendo un “techo” a la misma, y como frutilla del postre, al ser una bonificación no remunerativa, quedaban fuera todos los jubilados.

REUNIÓN DE LA «MESA SALARIAL»

Los gremios, se tomaron un par de días para evaluarlo, aunque ya en las distintas declaraciones decían que era inviable. Llegó el día de la respuesta, y el ejecutivo revivió el NO que esperaba.

Hoy, las cosas están como hace un mes atrás, sin adelanto de cláusula gatillo, y manteniendo el acuerdo anterior.

¿Queda claro? Hábilmente, dieron vuelta las cosas, e hicieron que el acuerdo anterior sea la mejor opción. Opción que ya existía. Se salieron con la suya. No adelantaron, eludieron el problema de la ordenanza aprobada por la oposición, utilizándola a su conveniencia, y por último, se victimizaron, como lo dejó entrever el secretario de gobierno, cuando maliciosamente declara en algún medio que “la propuesta inyectaba plata en el comercio local”, colocando al gobierno en el lugar de benefactor, y a los municipales como ingratos culpables de que no haya más ventas.

¿Y ahora?… Todo igual que antes. Menos para los trabajadores que deberán arreglarse como puedan hasta que llegue el momento que se active la cláusula de la discordia.

REALIDADES DIFERENTES…

¿Habrá más reclamos? No lo sabemos, pero lo que si estamos seguros es la respuesta que daría el ejecutivo en ese hipotético caso: “Le hicimos una propuesta y la rechazaron” …

Creemos igualmente que el ejecutivo comete un grave error, al creer que con este tipo de accionar, y filmando algún videíto que muestra al intendente entregando alguna media o camisa van a conformar a los municipales.

La gente, no es estúpida. Entregar ropa y elementos de trabajo, es parte de la responsabilidad del oficialismo. No hay que premiarlo ni aplaudirlo por eso. La gente debe trabajar con dignidad, y no pedir por favor que se cumpla con los derechos que poseen como trabajadores.

Pero seguramente, cuando un papá o mamá no pueda cumplir con las obligaciones escolares de sus hijos, o cuando no le alcance para alimentar a su familia, sí se acordarán de esto, porque repetimos que no solo fue una terrible falta de sensibilidad, sino que además fue una burla y falta de respeto el decir que “se inyectaban cinco millones para gastar en los comercios”, responsabilizando de manera velada a los municipales, y en una falsa defensa del comercio que también ignoran.

O sino, pregunten a los comerciantes que opinan del proyecto compulsivo de reforma del centro… Pero eso, es material de otra nota.