Recibimos una serie de mensajes de vecinos que están hartos de una desagradable situación que están tolerando desde que se ha abierto un negocio en su barrio, que al parecer lo único que ha traído es malestar para todos los que viven cerca del mismo.
Desde su apertura, el local de «Cerveza Artesanal Olofson» en calle San Martín, entre colón y Moreno, ha provocado distintas situaciones molestas para quienes viven en el lugar, supuestamente «residencial».
Entre las cosas que nos comentan, los vecinos se quejan de música y gritos hasta altas horas de la noche, ya que además de la venta de cerveza artesanal, se realizan reuniones y junta de personas que no permiten el normal descanso de los vecinos, y que en más de una oportunidad provocaron la presencia policial, para que guarden el debido respeto por la gente.
También otro vecino, dijo que el mencionado establecimiento no respeta los horarios de Carga y descarga, además que no se contaría con un baño para varias personas.
El sitio, según pudimos averiguar, estaría habilitado como fábrica de cerveza y no como bar, pero al parecer la situación se les ha ido totalmente de las manos, por lo que a la gente se le ha vuelto realmente intolerable.
Las cosas habrían ocurrido más o menos así: El lugar se habilitó como fábrica, pero tiene unas banquetas tipo «barra» y se ha hecho costumbre que se junten a consumir la cerveza ahí. Por lo limitado del espacio, comenzaron a sacar bancos afuera, y empezó a reunirse y juntarse gente fuera del mismo, lo que se fue tornando en una costumbre, por lo que al estar en el exterior, los vecinos tienen que soportar gritos, música a todo volumen y demás situaciones. Inclusive, una vecina dijo que a veces se ve muchachos haciendo sus necesidades en la via pública, lo que además de ser desagradable es totalmente antihigiénico.
Otra cosa que sería un agravante de esto, es que ese establecimiento cuenta con un depósito, supuestamente para guardar o elaborar la cerveza, pero como es amplio, dicen que lo habrían alquilado como «lavadero de autos y camiones», lo que en primer lugar, no es legal, ya que no esta habilitado porque uno puede solicitar una ampliación de rubro, cuando son rubros afines. Y en segundo lugar ocasiona más falta de higiene en el barrio, agua en las calles y ocupan toda la cuadra, impidiendo a los frentistas poder estacionar sus vehículos.
Los vecinos, no soportan más esto, y como es lógico, esperan que las autoridades hagan algo al respecto. Muchos han hablado y han tratado de ser escuchados en su reclamo, pero parece que nada pasa. Algunos inclusive dicen que el lugar cuenta con cierto «privilegio», ya que algún integrante del gobierno municipal sería habitué del comercio. Esperemos que esto no sea motivo para que se haga la «vista gorda» con esta situación. De hecho el último viernes, hubo incidentes entre dos vecinas y los encargados o dueños del lugar.
Nos dicen también, que hace un par de días una vecina fue al concejo deliberante a pedir ayuda a algún concejal de Cambiemos, ya que no saben qué más hacer con este tema.
Observando una ordenanza que se aplicó a un comercio similar, comprobamos que no se cumplirían con los requisitos necesarios y que constan en la misma. Ahora bien ¿Por qué el municipio no pone los límites que corresponden y cuida a los vecinos?… No solo por los incumplimientos, sino que suponemos que debería accionar incluso el área de Bromatología, ya que no creemos que sea compatible la fabricación de bebida, con un lavadero de autos y camiones y con las sustancias que utilizan a tal efecto.
La pregunta es: ¿Cumple el local de calle San Martín con los requisitos legales?. Esperemos se tome cartas en el asunto. También, podríamos recordar que a un pionero del rubro, le clausuraron el local, porque al lado del mismo vivía el familiar de un alto funcionario. En este caso, deberían tener la misma celeridad.