Mentiras, traiciones abusos y muchas cosas más que son comunes en un sector que desde hace algunos años ha sido el coto de caza de muchos aventureros disfrazados de iluminados.
El de los vigiladores privados es un sector con historia, que lamentablemente con el paso de los años en lugar de ir creciendo, fue lenta pero inexorablemente cayendo en picada. No solo en cuanto a la prestación de servicios, sino que también con el verdadero desfalco y vaciamiento al que fuera sometida la obra social (O.S.P.S.I.P.)
Obviamente que esto no fue caprichoso, ni casual. Ha sido la consecuencia directa de los desmanejos que tuvo Ángel García, ex secretario general del gremio madre del sector (U.P.S.R.A.), desde que apareció en escena una mujer con la que comenzó una relación ocasional, y luego se convirtió en su esposa, socia y para algunos, la verdadera jefa: Celestina Ferrara.
U.P.S.R.A. fue desde entonces un paraíso de la ilegalidad y la inmoralidad, en donde el matrimonio a cargo, habría hecho y deshecho a su antojo. Contrató, echó, compró, entregó automóviles, celulares y ayuda económica a modo de subsidios a todo aquel que le haya sido conveniente, o que hubieran podido sacar algún provecho. (todo esto denunciado ante la justicia). Se dio “trabajo” dentro del sindicato (o en alguna delegación) a más de alguna amante o familiar o amigo de los amigos.
Con el arribo de la “señora Celeste”, todo fue cambiando para peor. Estas situaciones, sumadas a la cada vez peor situación de la Obra Social y su falta de cobertura, la desatención total de las delegaciones del interior, fueron poco a poco provocando la irrupción de nuevos gremios, algunos de ellos, carentes de todo tipo de legalidad y por supuesto, cero representatividad. Armados a medida de vivos y aprovechadores disfrazados de dirigentes, que utilizaron el descrédito y anarquía reinante en U.P.S.R.A. para propio beneficio.
También, desde ese momento todos y cada uno de los “nuevos dirigentes”, se ocuparon de provocar de alguna u otra manera la desafiliación al gremio, para debilitarlo, y conseguir aportantes para sus nuevas instituciones, que supuestamente venían a solucionar todos los problemas de los trabajadores. Mezquindad infinita y a la orden del día.
¿Se armó un nuevo gremio para competir con U.P.S.R.A.? Por supuesto que no. Se armaron varios. Más de 53 sindicatos…Y esto, por un sencillo motivo: el negocio no quería ser compartido por estos personajes, entonces cada uno se construyó su propia “quintita” para tener así su propio beneficio.
Esto con el paso de los años se fue acentuando, y hoy hay un sin número de seudo gremios que se arrogan derechos que no tienen, y nunca tendrán.
Mientras tanto siguen criticando al único gremio con personería gremial y que, mal que les pese, es el gremio madre de la actividad.
Tan insensibles y ventajeros son, que aprovechan las necesidades reales y las justas demandas de los trabajadores, para sacar beneficios, mintiendo a la gente, y provocando el odio hacia la institución cuando el problema son quienes la han conducido.
Quieren “pintar” a U.P.S.R.A. como el gran demonio que perjudicó a los afiliados, cuando los responsables han sido sus ocasionales administradores.
Si siguiéramos ese infantil criterio, deberíamos abandonar el país por los inescrupulosos que nos han gobernado, o cambiar de club porque los dirigentes de turno se han endeudado…
Lo único que les ha interesado es debilitar a U.P.S.R.A. para de esa manera, lograr apoderarse de ella. Critican y ensucian al gremio, mientras tratan por todos los medios de meterse por la ventana. Negocian, “rosquean”, presionan, mienten y se reúnen con el único objeto de ver si pueden conseguir algún puestito o beneficio una vez la intervención llame a elecciones, que saben que ni siquiera tendrán entidad para participar.
Hoy, vuelven a mentir a los trabajadores cuando crean una puesta en escena en la que pretenden hacer creer que se armará una “Federación” de un día para el otro, como si esto fuera tan sencillo y rápido, sin requisitos ni trámites de por medio.
Y mienten, porque aunque no lo digan, conocen que esto no es posible de la manera que quieren plantearlo. Saben que solamente el trámite, cuando se tuviera todo lo necesario demandaría no menos de dos años, y lo que es peor para ellos, si esto se concretara y U.P.S.R.A. decidiera tomar parte, sería seguramente quien conduciría, ya que es el gremio más importante.
Y como remate, hacen una puesta en escena que según dicen algunos estaría acordada previamente con el mandamás de CAESI Aquiles Gorini, en la que mediante una marcha protestan por las paritarias acordadas entre las empresas y la nueva interventora designada. Por otra parte, lo más importante es que la marcha es tardía, ya que el acuerdo cerrado ha sido homologado, además de otro detalle que demuestra el humo que se pretende vender: Suvico, hace cuarenta años que firma convenios exclusivos para Cordoba, por lo que el firmado por la interventora de U.P.S.R.A. no les afecta ni modifica nada de lo que ellos acuerden en su provincia, por eso la presencia en la marcha, es parte de esta fábula. Se aprovechan entonces de las necesidades de los trabajadores, y de algunos sectores de izquierda que realmente de corazón tratan de cambiar la triste realidad del sector.
Esta avanzada, tampoco es fortuita, sino que tiene que ver con la certeza que se palpita ya que se destrabó en la justicia la apelación de García acerca de la intervención en el sindicato, confirmando el juez entonces la mencionada intervención y designando una nueva interventora que deberá llamar a elecciones con la mayor celeridad posible, lo que pareciera devenir de manera casi inexorable en la conducción de Leonidas Requelme y su gente de la agrupación Juan Manuel de Rosas en el sindicato, lo que daría por tierra con los negocios de muchos.
Los plazos se acortan, y abundan los manotazos de ahogado. De todas maneras, los afiliados no son tontos, y ven por primera vez en mucho tiempo un futuro que seguramente será mejor. Aunque los pillos de siempre traten de evitarlo.
Tienen que ir preso al igual que todos los que usaron el gremio de los vigiladores que están olvidados oran salta es unos de ellos el olvido