CUANDO EL GOBIERNO «INAUGURA LO INAUGURADO» (UNA NOTA DE JOSÉ EDUARDO BONAVITA)

…. Nos parece propicio repasar aquella historia de vida a la manera de reconocimiento a todos y todas cuántos han realizado esfuerzos y aportado dedicación, esmero, trabajo para que aquella semilla sembrada el 24 de septiembre de 1965, pueda seguir cumpliendo años. No falta en estos apuntes, alguna reflexión acerca de su rol en el marco del sistema educativo y se verá que es esa situación la que permite valorar en mayor medida, acaso en su justa medida, la significación e importancia del acto en el cual, se puso la semilla que devino en el actual Jardín Maternal y de Infantes Clarisa Amézaga, de bien que fecunda existencia.

Porque se trata de una institución que desde su origen se contó en el ámbito municipal y constituye otra de las tantas muestras que ponen en evidencia de qué manera a lo largo del tiempo, Chascomús ha mantenido vigente -más allá de colores políticos y aún de administradores de disímiles fuentes de poder, como el hecho y el derecho- una decisión inquebrantable en lo que a la educación se refiere y atención de la infancia hace. Puede a la vez, si se quiere, entenderse la reedición de estos apuntes como una suerte de desagravio a una placa que se ha colocado por estos días en las paredes de la institución y omite su propia historia.

…24 de septiembre de 1965. Es Intendente Municipal Dardo Quiroga. Será esa una jornada en la cual la administración municipal dará una respuesta positiva a una sentida necesidad. Abre sus puertas, desde la modestia y la casi precariedad de una casa añosa, sobre la Avenida Lastra, la Guardería Infantil Municipal… La planta funcional original hablaría de una administradora, una niñera, una cocinera, un ordenanza. La realidad de ese día y los siguientes bien podría hablar de tres mujeres (pronto serían cuatro por necesidades del servicio) y un hombre dispuestos a poner el hombro para que realmente aquella institución recién nacida, fuera una respuesta válida a un sentido requerimiento social… Cargos al margen, el quehacer de cada uno de ellos contemplaba el cumplimiento de su función y la colaboración con las restantes tareas…Una docena de pequeños chascomunenses son los primeros pobladores de aquella casa, en la cual el espíritu de sus moradores suple las deficiencias edilicias… Ya desde los primeros días, una mujer inscribirá su nombre en la historia de la Guardería y será sin duda un nombre para no olvidar: Clarisa Amézaga, que de ella se trata, dará su calor, su estímulo y su propio trabajo, desde la Dirección de Acción Social que ocupaba… Luego llegaron las mudanzas en busca de mayor espacio y confort, más niños y más personal… Primero en Belgrano y Franklin, luego en Moreno y Mendoza, años después y durante un tiempo con servicios dependientes de la sede pero descentralizados en las sociedades de fomento de La Noria Chica e Iporá. También el darle nombre, precisamente de aquella mujer que mencionábamos… después su nueva mudanza, su actual emplazamiento… …De los cincuenta y siete años transcurridos, cincuenta son los que lleva atendiendo a los lactantes, por lo cual, muchas veces considerada modelo entre pares de la Provincia la institución fue de avanzada en cuanto a la sistematización de la atención de los pequeños que cuentan su vida en días… De ahí que no se trate de un aniversario más, sino de una instancia apta, propicia, para destacar y saludar. Porque se hizo. Porque se hizo bien.

…Recordábamos que había sido para el día de la Patrona en el ´65 que la Municipalidad – siendo Gogo Quiroga el Intendente- había abierto las puertas de aquella casa… Para ponerles nombres a la historia, diríamos que allí nacía la Guardería en tiempos en que Clarisa Amézaga era la responsable de la Acción Social, y que serían María Aurelia Bruno, Leticia Luis, Ana María Menchacabaso y José Atilio Roldán –Pepe, mi inolvidable “amigo grande” desde sus tiempos de sodero– aquellos cuatro primeros responsables a quienes les asignaran aquellas funciones. Pero, más que eso, los primeros cuatro ejecutores de una feliz iniciativa, destinada a dar respuesta pronta a una necesidad sentida. Diez o doce serían los primeros chicos asistentes a la misma. Unos meses después, con el primer día del año siguiente, habría de integrarse Tere, María Teeresa Irulegui a aquel pequeño plantel que atendería a un número creciente de pequeños chascomunenses. La doctora Vanda Marchiota prestaba desinteresadamente sus servicios médicos.

Un tiempo después, los avatares políticos, en otro de los golpes cíclica y puntualmente dados en esa década y la siguiente, terminarían con el gobierno de don Arturo Illia, la gestión provincial de Anselmo Marini, la administración comunal de Dardo Quiroga, sin que hubiera afortunadamente en este caso, marcha atrás para aquella institución que seguiría creciendo. En 1967, con Mouján en la Intendencia, la Guardería habría de mudarse a Belgrano y Franklin, a una casa que aunque ajena ofrecía mayores y mejores comodidades, lo que ensanchaba las perspectivas de su funcionamiento. Los chicos pueden ser divididos por edades, se incorpora al Dr. Horacio Quintín como pediatra, y a la Asistente Social Raquel Tiramonti, asumiendo la Dirección Susana Alfonsín de Plorutti. Un poco más adelante, Clarisa Levi ingresaría como Psicóloga. Siempre allí, Raquel Tiramonti sería luego directora, reemplazada en su rol de Asistente por Susana Riande. Después llegaría a Moreno y Mendoza. Allí no sólo estrenarían casa, sino que pronto también tendrían nueva Directora. Olga Illodo –quien fuera nuestra compañera en la Normal, abanderada de la promoción por otra parte, sería quien habría de regir entonces aquella entidad de vida todavía no muy extensa pero en verdad intensa… Se irían incorporando docentes y auxiliares que se sumaban a aquella pequeña dotación inicial y así pasarían profesoras de Música, Stella Maris Lovecky, Yolanda Biacchi, Esther Semín; Lidia Scheer y Lucía Natale, Asistentes Sociales; Estela Pérez Casal en Educación Física; Emilce Cejas, Margarita Arias, Mercedes Chavarrito, Elida Arias, Marta Pietropaoli alternando en distintas funciones; Inés Begueríe, esposa de mi hermano Roberto, en la administración… Y la historia que sigue y que habremos de seguir recordando…

Como decíamos el 24 de septiembre de 1965 se había creado la Guardería en una antigua casa, aledaña a la que ocupaba El Faro, un negocio dedicado a la venta de muebles usados y antigüedades, sobre la calle Lastra en esos tiempos angosta con ancha vereda y zanja para el desagüe… Fue debido a la demanda creciente que dos años y medio después, se produce el traslado a una casa alquilada, en Franklin y Belgrano, haciendo cruz con la Panadería La Reina, ocupando hoy ambas esquinas varios locales comerciales… En cuanto a la Guardería en esa sede, contaba con una matrícula de cuarenta y cinco asistentes… Luego de ello, al inicio de los ´70, tiene un nuevo traslado, esta vez a Moreno y Mendoza, adónde desde su creación, había funcionado el Centro Materno Infantil…

Valga apuntar dado que la intención personal siempre es la del recuerdo sin olvidos, que ese edificio, en Moreno y Mendoza, así como el Dispensario de Vías Respiratorias, en Julián Quintana y Arenales, ocupadas por varias oficinas en distintas épocas, incluidas alguna del Poder Judicial en la primera y la Secretaría de Seguridad y centro de Monitoreo en la segunda, como asimismo la Escuela 504, entre otras dependencias, fueron construidas durante el gobierno de Perón en la Nación en su primera presidencia… Cuando los servicios que prestaban fueron centralizados en el Hospital Municipal, aunque con dependencia provincial, quedaron liberados esos edificios… Ya asentada en lo que podía considerar su casa propia, fue aquel cambio de domicilio considerado vital por cuanto permitió una mayor ampliación de su servicio …Debo decir que había sido en tiempos de la gestión de Miguel Ángel Tocci, de la que me honro en haber sido partícipe, que se había dotado a la casa, merced a algunas modificaciones edilicias internas, de una nueva sala, de un mayor ámbito específico para los lactantes, con la reestructuración consiguiente en lo que respecta a la organización de las salas.

Una síntesis de la historia de la institución editada en su seno, da cuenta que en 1974 comienza a funcionar en su totalidad el jardín de Infantes, así como las salas de maternal, lactantes unos y caminantes de primeros pasos los otros, desde los 45 días…

En ese tiempo, se alcanzó una matrícula cercana al centenar de niños. Sería en 1978 que la DENO, que era como se denominaba la dependencia cuyo contralor alcanzaba a los establecimientos no provinciales, reconoce, en dos actos administrativos, dos salas de Jardín y una tercera… Con ello y al quedar constituido el Jardín de Infantes con tres salas “puras”, se reconoce su planta funcional de dos Maestras de Inicial, una Preceptora y una Directora con sala a cargo…

A fin de repasar la actividad cotidiana de entonces, apelamos a un apunte de 1979, cuando Chascomús celebrara sus 200 años, y decíamos en una nota titulaba “Aquí se aprende a vivir”: “La Guardería brinda atención integral a 84 niños entre un mes y medio y cinco años, siendo requisitos para su ingreso ser hijo de madre que trabaja fuera del hogar, no presentar enfermedad infecto contagiosa y tener la vacunación actualizada… Los niños están divididos en cinco grupos de acuerdo al nivel de madurez y edad cronológica… El primer grupo en sala Blanca, está formado por 10 bebés entre un mes y medio y un año y medio, a cargo de una niñera y una docente; el segundo grupo ocupa la sala Amarilla, con 14 niños menores de tres años a cargo de una niñera, apoyada por una docente… Por fin, las tres salas de jardín, con 20 niños cada una a cargo de Maestras Jardineras… A partir del grupo de dos años, tienen clases de Música con Maestra Especial, todos los días… El horario en que permanecían los pequeños en aquel tiempo, era entre las 7 y 30 y las 16 horas, contando la Guardería con medio de transporte propio… “Arribamos a la Guardería, los niños desayunan y realizan luego las actividades educativas, cumpliendo con ejercitaciones y técnicas recreativas y de higiene… Allí almuerzan y reposan y luego de la memoria retornan a sus hogares” nos contaban… Era Olga Illodo directora, María Aurelia Bruno, Mara Isabel Moneta, Virginia Lutteri y Emilce Méndez docentes; Leticia Luis y Elida Arias niñeras; Emilce Cejas, Margarita Arias, Beatriz Martínez y María Isabel Nazario habían sido cocineras; Esmeralda Saulo y Ana María Menchacabaso auxiliares; Elida Videla, lavandera y Juan Francisco –Pipi- De la Canal ordenanza. Por allí habían pasado, antes, Marcos Pecotche, quien fue compañero en la primaria, y Ramón Wright. El Dr. David Arber pediatra, Mabel Tomas asistente, Silvia Serodino psicóloga, Rosa Ana Abdala profesora de Música. Ramón –Popo– Ocampo era quien conducía el micro que cada mañana surcaba las calles lugareñas para alcanzar a buena parte de los por entonces setenta u ochenta pequeños hasta Moreno y Mendoza, para desandar esas calles cada media tarde, para volverlos a su hogar. Claro es que la Guardería seguiría su marcha… En 1982 una Resolución Provincial libera a la Directora de Jardín de atender una sala y el área de Jardín pasa a contar en su planta funcional con una Directora, tres Maestras de Inicial, una Preceptora y una Maestra de Música… Mientras tanto en lo que hace a la institución en general, desde su fundación hasta esos días, había contado con la conducción de María Aurelia Bruno, Susana Alfonsín, Raquel Tiramonti, Olga Illodo…

…Retomo el tema y pronto verán las razones, al contar lo que nos pasaba en 1980… En marzo, una “ola de calor” obliga a suspender las clases en las escuelas. Nos sorprendió aquella ola en su pico en Pehuajó. Allí estábamos todos a raíz del casamiento de mi hermano Daniel. Y en verdad que era agobiante la temperatura.

Aquí seguía yo con dos trabajos, en el escritorio de Juan Carlos Gastón y en el diario, y Teresita se aprestaba a cambiar de aires laborales… Tras casi quince años en la Guardería Infantil, que en razón de su presencia había sido la “segunda casa” de nuestros hijos hasta entonces, habría de dejar lo que por ello y otras circunstancias había sido más que un trabajo, al punto que recordaría para siempre actividades y moradores de la Guardería en sus diversas etapas, desde la casa aquella sobre Lastra, hasta Moreno y Mendoza en la que funcionaba entonces, pasando por la amplia casona de Belgrano y Franklin. Directivos, compañeros, chicos, nutrían su agenda en la que perduran aún tales recuerdos con cariño.

Pasaría a ser maestra de primero en el Divino Corazón, una casa también cara a sus afectos… Lo cierto es que con pocas variantes desde el reconocimiento de las salas de Jardín, había llegado la Guardería Infantil Municipal a los umbrales del 80, cuando Teresita dejara Moreno y Mendoza… Era auxiliar administrativo entonces, luego de haber sido docente durante más de diez años, decía adiós a un trabajo. Pero, puedo dar fe, llevaría consigo imágenes imborrables de días transcurridos, rostros conocidos, afectos compartidos y recíprocos…

Llegan los ochenta… Y vale decir que poco después, así como en tiempos de la gestión de Tocci, a la que me refiriera antes, cuando retornara a la Intendencia con Juan Carlos Gastón, entre 1983 y 1987, la Guardería Infantil se contaría entre las dependencias de las que habría de ocuparme… En tal sentido, cabe apuntar que a poco de iniciar la gestión de Juan Carlos Gastón, a quien acompañé los primeros años como Secretario de Acción Social y Educación, habiendo sido no pocas las postergaciones, abundaban las prioridades, siendo nutrida la agenda, pero a la vez campeando en el escenario la decisión de propios y extraños a sumarse a la empresa común. Y, en el pago chico, potenciado ese entusiasmo y fervor con expectativa, con la llegada a la Presidencia de la Nación de un hijo de Chascomús… Centrándonos en el tema que nos ocupa, si diremos que la atención de la niñez ocuparía un lugar relevante, y que en ese marco consideramos que con base y eje en la Guardería Infantil Municipal que resultaba ser un sólido cimiento, podía diseñarse un sistema de Guarderías, con sedes en distintas barriadas…

…Deberá entenderse, por eso mismo, que más allá de los documentos que puedan dar cuenta de tal o cual acción o medida, la crónica se nutre de vivencias que recordamos sin esfuerzo porque fueran el futro de trabajo intenso y de multiplicidad de aportes que no siempre quedan guardados en las actas, pero de tanto en cuando es oportuno desempolvar para ejercer el reconocimiento… lo que procuramos hacer… Contamos entonces con la colaboración y participación de las Sociedades de Fomento, en primera instancia, de La Noria Chica e Iporá, con las que convinimos contribuir a la finalización de las obras en las sedes y disponer en determinados horarios de las mismas… Los directivos de esas instituciones constituyeron un elemento indispensable que me resulta grato resaltar y espero alguna vez completar la nómina de ellos sin omisiones, para ir más allá de este agradecimiento en general… Ana de Otazúa, que pertenecía a Acción Social, y fuera Asistente Social y luego asumiría la Dirección ante un cambio de funciones solicitado por Olga, sería luego Directora de Guarderías, con sede en la Guardería madre y presencia cotidiana en las salas barriales… Aquella apertura demandó obras de adecuación y equipamiento, toda vez que además del salón acondicionado para recibir a los chicos, debieron instalarse cocina y baños, así como un consultorio al que llegarían con habitualidad el pediatra, la psicóloga y el odontólogo…

Y obras y equipamiento demandarían financiamiento. En este aspecto podemos recordar y resaltar la disposición de las dependencias del área social, tanto del Gobierno Nacional como del de la Provincia, gobernada entonces por Alejandro Armendáriz. Así fue como obtuvimos aportes de Nación y también de la Provincia. En este caso, puedo mencionar específicamente el otorgamiento de un centenar de Becas, destacando particularmente la gestión de las mismas a través de la Secretaría del Menor y la Familia, en aquel tiempo a cargo de Isidoro Alconada Sempé, con quien nos hemos reencontrado a través de las redes, treinta y cinco años después. Perduraron aquellas becas, no sé si hasta ahora, pero si se que por muchos años…

En cuanto a aquellas salas, habiendo contado para dar forma a esta nómina con el auxilio de algunas de las protagonistas y anticipando mi disposición a las enmiendas y agregados que sean menester, fueron de la partida entonces, directivos, profesionales y auxiliares que se sumaron a aquella empresa común con entusiasmo… Ana la Directora, Betty Fayos la Nutricionista, en distintos momentos estuvieron a cargo de la cocina, en La Noria, Delia Alvarez, Nora Morales de Rodríguez, Rosa Ciafardini de Atela, Nora Cámara de Ritucci, docentes, Silvina Abelenda y Alicia González Lemi, Niñeras Graciela Almada y Susana Lacampagne… Pediatras los doctores Arber y Bordenave, Psicóloga Ana Lía Clarke y odontólogo Jorge Cuello… En Iporá, Mirta Desages, Teresa Luis, Elsa Ciafardini de Barrios y Marcela Lacampagne cocineras…docentes María Rosa Desages y Sara Ciraus… Pediatra Jorge Ortale y Psicóloga Ana Lía Clarke…

Y así como en el ´80 se había cerrado un ciclo de Teresita en la Guardería, y con ello el de nuestros hijos mayores que por allí habían pasado, podría decir que cerraba para mi otro en 1987, pero, no obstante no terminaría para nosotros en familia ese vínculo estrecho que tiene que ver con los afectos y que como sentimiento vivo, no sabe ni requiere saber de tiempo y distancia para mantenerse vigente…

Señalemos que después de aquellos tiempos, dirigieron la institución Alicia González Lemi, Diana Sommi y Silvana Bollini. En los 90 se evalúan diversos proyectos hasta que se opta por concretar con aportes de Provincia el edificio que se levantaría en Barrio Ipora, durante la gestión de Juan Carlos Salas, inaugurado en 1994 con la presencia del entonces Gobernador Duhalde. Ya se lo llamaría Jardín Maternal y de Infantes Clarisa Amezaga. Retomando esa recorrida en el tiempo, volviendo a la nueva sede, cuando se produce el traslado a su actual asiento, podríamos afirmar que fue más que un cambio de domicilio, habida cuenta que pasó con el tiempo a tener más secciones de Jardín aunque no éstas de doble jornada…

En cuanto al Maternal, en 1995 se incorporó a la sala de bebés una Maestra Maternal y al año siguiente se completó toda la planta con Maestras Maternales. Ya es el mandato de Norberto Fernandino. En 1998, siendo aun Intendente Fernandino, de acuerdo con la Ley Federal de Educación, la planta funcional del Maternal quedó constituida con una Directora, 4 Maestras Maternales, 4 Preceptoras de Sala y un Auxiliar. En el Jardín, en ese mismo año, se da de baja una de las salas, pero a su vez la DENO subvenciona las restantes.

En el 2000, siendo Intendente Juan Gobbi, es reconocido todo el Maternal con el cual se unifica la estructura con una planta que contempla 1 Directora, 1 Vicedirectora, 5 Maestras Infantiles, 4 Maestras Maternales, 2 y 4 Preceptoras y una Maestra de Música. En 2002 se abre otra sala de Maternal y se incorpora un Maestro Secretario… Ese mismo año se reconoce que son ciclos del nivel inicial, Maternal y Jardín de Infantes… Con ello se producen cambios en la Planta Funcional, sumándose una Maestra maternal. El número de porteros y auxiliares era 13 entonces. Contaba con Equipo de Orientación, con Trabajador Social, Fonoaudióloga y Psicopedagoga.

En 2006, es Intendente Liliana Denot, reabren la sala de 3 años, turno tarde. En 2014, en atención de la diversidad de perfiles, se incorpora un Maestro Auxiliar con preparación específica para acompañar a las docentes en la atención de los niños… Podríamos señalar que, a partir del reconocimiento del Jardín de Infantes serían Directora del Jardín María Isabel Moneta y del Maternal, Marcela Gamio.

En tanto, adecuándose a la “transformación” educativa fue Marisa Moneta Directora y Vice Marcela Gamio, siendo a partir de 2002, Secretaria Silvana Bollini, siendo luego Directora y Vice, Marcela Gamio y Silvina Ronchi Secretaria. En el 2007 accede a la Secretaría Marcela Trémoli, en el 2010 Mónica Colucci. En el 2011 es nueva Vicedirectora Karina Sueldía, quien desde el 2015 es la Directora, siendo la Vicedirectora María Eugenia Pietroantuno y Silvina Ronchi la Secretaria…

Esta historia la contamos cuando sus 55 años. Por cierto que la historia continúa. Y claro que muchas cosas quedan aún en el tintero… Pero en tanto, creía oportuno una reflexión no exenta de opinión.

Decía en una nota de El Cronista cuando la institución cumpliera 50 años, hace 7, que la Ley Provincial de Educación, establece que el Estado Provincial financia y, a través de la Dirección General de Cultura y Educación, planifica, organiza y supervisa el Sistema Educativo, garantizando el acceso a la educación en todos sus Ámbitos, Niveles y Modalidades, mediante creación, regulación, financiamiento y administración de los establecimientos educativos de gestión estatal, y regula, supervisa y ejerce contralor de establecimientos educativos de gestión privada con o sin aporte estatal…

También afirma que el Sistema Educativo Provincial es el conjunto organizado de instituciones y acciones reguladas por el Estado que posibilitan la educación. Si bien dice que la educación es obligatoria en el territorio provincial desde los 4 años del Nivel de Educación Inicial, en el Artículo 24 establece, entre los niveles del Sistema Educativo, a la Educación Inicial, organizada como unidad pedagógica y constituido por Jardines Maternales, para niños desde los 45 días a 2 años y Jardines de Infantes, para niños de 3 a 5, siendo los 2 últimos años obligatorios…

…Pero, sin duda la circunstancia recién apuntada que implica la incorporación del Jardín Maternal al sistema educativo, constituyó un elemento saliente que ha sido destacado, más allá que todavía la Provincia no ha logrado implementar, o en el caso de haberlos, contribuir a su financiamiento, de modo general como si ocurre en los otros niveles del sistema…

No sabemos en tal sentido si el de Chascomús ha alcanzado la subvención total en el Jardín Maternal y de Infantes, pero no es precisamente de ese aspecto del que quisiéramos ocuparnos. Es, en cambio de la decisión municipal de atender al niño desde lactante desde hace 57 años y específicamente desde los 45 días desde los años setenta, es decir desde tres décadas antes que fuera considerado en el Sistema Educativo…

Y no es a nuestro criterio un dato menor, como no lo es, tampoco, el que la institución cuya historia hemos procurado contar, por cierto que a trazo grueso, pueda mostrar su evolución, su crecimiento, por encima de sus altas y bajas, llenas y vacías, que seguramente habrá tenido en el tiempo…

Y que eso ha ocurrido, bajo dependencia municipal, pasando por la Intendencia Intendentes y Comisionados y en la Provincia y la Nación gobiernos de hecho y de derecho…

Y aquí, en los tiempos de derecho, gobiernos de distintos signos políticos y no siempre de colores coincidentes con los que lo hacían en cada momento en la Gobernación o en la Casa Rosada…

Alguien puede pensar que no es tanto… otros pensamos que no es tan poco…

Si se que en la Argentina de las frustraciones y los quebrantos, la Argentina de la puja entre los que se empeñan en abrir brechas y los que pujan por tender puentes, esta es una de las historias -como habrá seguramente miles a lo largo y a lo ancho de nuestro país- que vale la pena contar… Para conocernos mejor… Y estimamos que cuando se realiza un aporte es lógico, razonable, legítimo dejar constancia y testimonio de ello…. Pero de ahí a la placa a que hacemos referencia, hay un largo trecho… Más aun cuando al mismo tiempo no hay una sola mención al camino recorrido. Esa actitud en la que más de uno de tanto en cuando reincide…

.Pretender que el mundo es nuevo en lugar de darse cuenta que nosotros somos nuevos en el mundo… Después de todo, “Si no sabemos de dónde venimos, jamás sabremos hacia dónde vamos”…..