CUMBRE RADICAL EN LA CONVENCIÓN REUNIDA AYER EN LA PLATA

En la jornada de ayer se reunieron los radicales en el Coliseo Podestá de la ciudad de La Plata en lo que fue la Convención de la UCR que contó con la presencia de Intendentes, Funcionarios y Legisladores de todo el país.

El encuentro se abrió con un discurso de la gobernadora María Eugenia Vidal.

En su alocución, dijo entre otras cosas que: “La marcha del sábado nos hizo sentir que no estamos solos” y agregó que “somos millones los que queremos ver un cambio profundo en la argentina”.

Luego, a su turno, el vice gobernador bonaerense, Daniel Salvador dijo que “durante años nos reclamaron que el radicalismo se tiene que poner de pié porque lo necesita el país” luego agregó que «En la provincia hay un radicalismo unido. Este partido, que acaba de cumplir un sueño, que el comité Provincia esté en la provincia, es un partido con ganas, que sabe del momento trascendente que estamos viviendo».

El ministro bonaerense Jorge Elustondo afirmó que el rumbo que tomó el partido en Gualeguaychú “le sirvió a la provincia. Los bonaerenses nos sentimos muy bien de haber llevado adelante esta estrategia y que Daniel Salvador esté acompañando a María Eugenia. Están haciendo una tarea de reparación institucional, política, económica y social en la provincia”.

Sobre las posturas disidentes hacia adentro del partido, evaluó que no se trata de “descontento”, sino que es “un partido que debate. Estamos muy bien, y la inmensa mayoría de los radicales están de acuerdo”.

“Yo integro el gabinete de Vidal desde el primer día y me siento muy gratificado. En 15 meses, con Salvador no nos hemos sentido incómodos con ninguna decisión, eso es lo importante. Sentimos que las banderas históricas de la UCR, nuestro legado y mandato lo estamos llevando adelante”, agregó.

Con respecto a las nuevas autoridades, la grilla quedó conformada de la siguiente manera:

La nueva conducción del órgano deliberativo partidario, quedó en manos de Jorge Sappia, del radicalismo cordobés, formado junto a Eduardo Angeloz. De vicepresidente fue elegido Agustín Campero, convencional por la provincia de Buenos Aires y cercano a Ernesto Sanz, que también logró la nominación de su prima, la diputada provincial mandolina María José Sanz. Con una convencional por la juventud y de la nosiglista Cantera Popular, Lorena Tetaz (de La Plata), uno por Chaco (Liliana Bayonso), otro de Santa Cruz (Samir Zeidan) y un séptimo de Jujuy (Alberto Bernis), quedó constituida una mesa que contó con el respaldo de los múltiples sectores en los que está dividido el radicalismo.

Sappia dio por abierta la Convención con 267 convencionales presentes y destacó en su discurso que «Gualeguaychú abrió el camino a evitar el mal ejemplo de la Venezuela de Maduro». Además, adelantó la posición de «mantener la actual alianza» porque «no podemos hacer lo que nos hizo el Chacho Álvarez a nosotros». De todos modos, pidió mayor participación radical en las decisiones fundamentales del Gobierno.

La emoción también estuvo presente, en un momento protagonizado por Graciela Fernández Meijide, que en su discurso puso en valor la política de derechos humanos desarrollada por el gobierno de Raúl Alfonsín, impulsor de la CONADEP y del informe «Nunca Más».

El radicalismo porteño ejerció una gran presión sobre el conjunto de la estructura partidaria para que exija al PRO una actitud más comprometida con la conformación de la alianza en la Ciudad, y todo indicaba que se iba a votar una moción específica al respecto, pero la renuncia de Lousteau provocó que el asunto quedó diluido. Es que el resto del radicalismo no quiere romper el equilibrio con el PRO en las demás provincias, donde existe el consenso de que el partido ordenador de las listas de la coalición es el que gobierna el distrito.

En cambio, se acordó un texto donde se destacó la necesidad de priorizar «el acceso de nuestros candidatos a los cargos legislativos nacionales, provinciales y municipales» estableciendo listas de unidad con Cambiemos  «o, en su defecto, dirimir la mejor oferta electoral del espacio político en las PASO». Incluso, autorizando «de manera excepcional», la adhesión a coaliciones más amplias. Es decir, nada demasiado estricto.