De bastión amarillo a territorio violeta: el golpe electoral que sacudió al PRO en la Ciudad de Buenos Aires

El triunfo de La Libertad Avanza en CABA reconfigura el tablero político nacional, deja herido al macrismo en su histórico bastión y tensa las negociaciones de cara a las elecciones en el resto del país.

19 de Mayo de 2025

CABA –  En una jugada estratégica que mezcló marketing, presencia territorial y discurso disruptivo, Javier Milei logró un triunfo contundente en la Ciudad de Buenos Aires, empujando al PRO a un lejano tercer puesto y dejando a Mauricio Macri con poco margen de maniobra en el escenario nacional.

El presidente no escatimó esfuerzos: se puso al frente de la campaña de su vocero, Manuel Adorni, lo acompañó en actos, inauguraciones de locales y hasta protagonizó spots con su habitual simbología libertaria. “Se pintó de violeta el bastión amarillo y ahora tenemos que pintar el país”, celebró Milei ante un búnker repleto de funcionarios, entre ellos Bullrich, Caputo y Sturzenegger.

La victoria fue clara y simbólica. En un distrito históricamente gobernado por el PRO, la candidata macrista Silvia Lospennato quedó relegada con menos del 16% de los votos. El golpe político no solo reabre viejas heridas internas, sino que también debilita al partido de Macri de cara a eventuales alianzas electorales con el oficialismo libertario.

En la Casa Rosada ya lo dejaron claro: las conversaciones con el PRO podrían reanudarse, pero bajo sus condiciones. «Después de haber perdido en su bastión, si se quieren sumar, va a tener que ser dentro de La Libertad Avanza», sentenció un armador del oficialismo.

Mientras tanto, dentro del PRO, el clima es de fractura. Algunos dirigentes afines a Bullrich y figuras como Diego Santilli o Guillermo Montenegro analizan sumarse al espacio violeta, incluso sin el aval del expresidente. El futuro del bloque en el Congreso también podría cambiar, con nombres como Millman, Iglesias o Rodríguez Machado evaluando su pase al oficialismo libertario.

El mapa político porteño cambió. El Congreso, también. Y en este nuevo escenario, el macrismo ya no tiene el poder de negociación de otros tiempos.

El triunfo de Milei en la ciudad más emblemática del PRO no solo es una victoria electoral: es una señal de época. Los liderazgos tradicionales están siendo desafiados por nuevas fuerzas que, con discurso directo y manejo eficaz de la agenda pública, capturan la atención del electorado. La pregunta que queda es si el PRO sabrá reinventarse… o si estamos viendo el principio de su ocaso.