Denuncias por violencia laboral y de género: apartan a un juez del Tribunal de Trabajo de Mar del Plata

La medida preventiva fue dispuesta contra Mariano José Riva, exfuncionario judicial de Dolores, tras una investigación que expuso conductas sistemáticas de maltrato hacia personal a su cargo.

21 de Mayo de 2025

CHASCOMÚS –  El juez Mariano José Riva, integrante del Tribunal de Trabajo N° 4 de Mar del Plata y con trayectoria judicial en Dolores, fue apartado preventivamente de su cargo por decisión de la Justicia, en el marco de una causa por violencia laboral y de género.

La medida se tomó luego de que la Asociación Judicial Bonaerense (AJB) presentara en 2023 una denuncia en su contra por comportamientos reiterados de maltrato hacia trabajadores y trabajadoras del juzgado. Entre las prácticas denunciadas se incluyen traslados punitivos, descalificaciones personales, obstrucción de licencias y trámites sindicales, intromisión en la vida privada, actitudes violentas, y hasta sobrecarga laboral injustificada como forma de hostigamiento.

La Subsecretaría de Control Disciplinario del Poder Judicial consideró que la gravedad de los hechos ameritaba una intervención inmediata y giró el caso al Procurador General, quien finalmente elevó una denuncia formal ante el Jurado de Enjuiciamiento. En la misma causa también fue mencionado el juez Alejandro Augusto Lerena, quien optó por renunciar tras la acusación.

El apartamiento de Riva busca evitar la reiteración de estas prácticas y garantizar el normal desarrollo de la investigación. Se trata de un paso significativo en la búsqueda de entornos laborales judiciales libres de violencia, discriminación y abuso de poder.

Una señal clara en el Poder Judicial

El caso pone en evidencia que las estructuras de poder también pueden ser desafiadas cuando se trata de garantizar ambientes de trabajo saludables. La decisión de apartar a Riva marca un precedente dentro de un ámbito que históricamente tendió a proteger a sus miembros por encima de las denuncias. Sin embargo, aún queda por ver si estas medidas preventivas se traducen en sanciones ejemplares y en un cambio cultural real dentro del sistema judicial.