
La interna de La Libertad Avanza estalló tras una elección para el olvido. Karina Milei quedó en el ojo de la tormenta y los únicos aplausos se los llevó el equipo de Patricia Bullrich.
15 de Abril de 2025
SANTA FE – La elección de La Libertad Avanza (LLA) en Santa Fe terminó en un papelón. La lista encabezada por Nicolás Mayoraz no llegó al 15% de los votos y el oficialismo libertario intentó esquivar el golpe abandonando a sus propios candidatos. “No mandaron ni un WhatsApp”, se lamentaban desde el búnker libertario, donde el desconcierto reinaba.
En medio del derrumbe, los únicos que pudieron celebrar fueron los candidatos bendecidos por Patricia Bullrich. Juan Pedro Aleart se sorprendió al vencer al oficialista Ciro Seisas en Rosario, y Javier Meyer se impuso en el departamento de Belgrano. Ambos quedaron fuera del radar libertario oficial, pero se alzaron con triunfos clave que Bullrich aprovechó para fortalecer su juego interno.
La interna libertaria, una olla a presión
Desde el inicio de la campaña, la interna libertaria en Santa Fe fue un hervidero. Karina Milei rechazó un acuerdo con Amalia Granata y apostó por competir en solitario con el sello de LLA, sin aliados ni figuras provinciales de peso. A medida que la campaña se desinflaba, se activó un plan de contingencia para desligar a la hermana presidencial del fracaso y poner la carga sobre Lule Menem, promotor de Mayoraz como cabeza de lista.
En paralelo, la tensión entre la diputada Romina Diez —cercana a Karina Milei— y Mayoraz llegó al límite: casi no se dirigión la palabra. Diez denunciaba que le “intervinieron” la provincia e impusieron candidatos sin su consentimiento. El desembarco de Mayoraz fue, según fuentes de Casa Rosada, una imposición que no cayó bien en ningún bando.
Caputo se corre y Bullrich capitaliza
Santiago Caputo también eligió desmarcarse del derrumbe. Mientras Mayoraz caía, Caputo celebraba por lo bajo el desempeño de Amalia Granata, quien estuvo a muy pocos votos de dejarlo fuera del podio. En las redes bajo el control del “Gordo Dan”, los mensajes de celebración fueron para Euge Rolón, mientras reinaba el silencio sobre Mayoraz.
“Le fue mal donde no hizo campaña, en el norte de la provincia”, intentaban justificar desde el entorno del candidato. Pero la paliza fue pareja en todo el territorio.
Bullrich, silenciada pero satisfecha
En este tablero desordenado, Patricia Bullrich tuvo su revancha. Aunque desde el oficialismo le prohibieron públicamente adjudicarse a Aleart y Meyer, su satisfacción fue evidente. “No sabe nada de política”, se la escuchó decir en privado, en alusión a Karina Milei, con quien arrastra tensiones crecientes.
Santa Fe se convirtió, así, en un nuevo campo de batalla para un oficialismo que ya no puede ocultar las fracturas internas. La derrota dejó heridos, pero también reposicionó a Bullrich dentro del mapa libertario, mientras Karina Milei acumula reproches en silencio.