En un duro discurso contra el gobierno, el triunvirato de la CGT prometió un paro, pero no puso fecha

En un acto masivo, los líderes de la Central obrera criticaron con dureza al gobierno, a la vez que hablaron de un próximo paro pero sin fijar una fecha. Esto alteró a muchos concurrentes que provocaron disturbios.

Los tres líderes que conforman la actual conducción de la CGT, Héctor Daer, Carlos Acuña y Juan Schmid, fueron duros a la hora de criticar al gobierno de Cambiemos, y aseguraron la realización de un próximo paro general de alcance nacional, pero no pusieron fecha concreta de su realización, por lo que numerosos concurrentes se molestaron y la cosa terminó en algunos disturbios.

El primer turno fue para Acuña, que entre otras cosas dijo: “Felicitaciones a los trabajadores argentinos que hoy le estamos diciendo al gobierno basta del manoseo” e hizo extensivo el saludo a los docentes “que también han llevado en el día de ayer una huelga con justa causa”.

También agradeció a los diputados e hizo mención a la ley antidespidos, aclarando que la misma fue vetada por este gobierno.

Continuó diciendo que:  “Nosotros dimos la oportunidad y fuimos lo suficientemente prudentes escuchando y dialogando y como respuesta a las inquietudes del movimiento obrero le decimos que ellos el año pasado pronosticaban una inflación del 24% y el movimiento obrero firmó en el orden del 30% y ahora este gobierno se jacta de que cuando se equivoca da marcha atrás y recompone pero para los trabajadores no hubo un reconocimiento para atrás de la pérdida del poder adquisitivo porque la inflación fue de más del 40%”

“Esta CGT no va a permitir que nos quieran poner techo o piso para estas discusiones paritarias porque nosotros vamos a discutir en cada sector la posibilidad de recuperación del salario perdido”, destacó y culminó llamando a seguir en estado de alerta: «Están todos convocados a la lucha pero esperemos que sepan escuchar porque con el diálogo solo no hacemos nada, necesitamos respuestas”.

Luego continuó hablando Juan Carlos Schmid, que entre otras cosas dijo que “Les pido por favor que escuchen, el gobierno nacional, los voceros oficiales ven un retrato social y económico que la mayoría de los que estamos acá no ve”. 

Enfatizó que “Cambiemos ha manifestado que su objetivo es llegar a la pobreza 0 pero también afirma que para llegar a ese objetivo vamos a tardar 20 años y en cambio ha sido muy veloz para resolver la demanda de los grupos económicos porque hay una velocidad para los poderosos y otra para los débiles y así se agiganta la brecha social en Argentina”.

En último término, quien hablo fue Héctor Daer, que resaltó: “La CGT no va a permitir que este gobierno pretenda avanzar sobre los sectores de los trabajadores. Queremos una Nación y una patria con política industrial e inclusión para todos”

“Pusimos en marcha un plan de lucha y vamos a llevar adelante todas las luchas que sean necesarias para que no nos vengan a poner límites a las paritarias y queremos defender el trabajo”, agregó y adelantó que el Consejo Directivo de la CGT ya tomó la decisión de hacer un paro de 24 horas antes de fin de mes.

«El paro tiene que ser como esta marcha acompañado por todos los sectores de la sociedad. No venimos acá a poner una fecha sino a decirle al gobierno que no estamos de acuerdo en su política económica y social. Soñamos con una patria con inclusión para todos», culminó.

Luego, comenzó el caos. Algunos manifestantes cercanos al palco, insultaron y comenzaron a gritar “Paro general”, mientras pedían que se fije una fecha puntual para llevar a cabo la mencionada medida de fuerza.

Según manifestó gente de TN, algunos Los manifestantes de UPCN y UTEDYC se acercaron al palco para reclamar por la indefinición de una fecha del paro nacional y, le habrían gritado «traidor» al secretario de Camioneros, Pablo Moyano. La reacción no se hizo esperar de parte del gremio de los Moyano, con el ex boxeador «Patón» Basile a la cabeza.

Hubo golpes, corridas, empujones y mucha confusión. Todo esto luego de los reclamos que incomodaron a la cúpula del sindicalismo.

Juan Carlos Schimd, tuvo que retirarse custodiado y Carlos Acuña, sufrió en carne propia botellazos y los reclamos de los manifestantes: «Paro general, paro general».