Según los vecinos “pasa todos los sábados” y denuncian que es terreno liberado: “Nadie quiere intervenir”.
En el marco de la crisis sanitaria, el colapso de las terapias intensivas y el avance de los contagios por coronavirus, las fiestas clandestinas representan un universo paralelo que no reconoce las restricciones vigentes. La ciudad está en una situación crítica y ahora se suma la mega toma de Los Hornos como centro de los reclamos vecinales debido a su desobediencia a las medidas sanitarias de contención de coronavirus.
Este domingo se conoció una denuncia por una fiesta clandestina que se desarrolló este sábado por la noche con más de 200 personas en las inmediaciones de la mega toma de Los Hornos, foco de múltiples denuncias por abarcar 160 hectáreas de tierra, una de las ocupaciones ilegales más grandes de la provincia de Buenos Aires.
Asimismo, los vecinos platenses puntualizaron que realizaron reclamos a la Policía, Gendarmería y Control Ciudadano pero que “nadie se hizo eco de lo sucedido”. La fiesta habría terminado pasadas las cinco de la mañana “con gente en estado de ebriedad deambulando por los campos linderos y con gente agarrándose a las trompadas”, aseguraron vecinos de la zona. Los denunciantes puntualizaron que “esto pasa sistemáticamente todos los sábados, y ocurren generalmente en dos lugares, en 147 y 81 y en 84 y 151, direcciones aproximadas ya que las calles las demarcaron los propios usurpadores y es todo tentativo porque no hay ni organización de las calles adentro y cada uno hace lo que quiere”.
Desde los barrios cercanos a la mega toma los habitantes platenses protestan: “Se llamó a la policía y no podía interferir por ser terreno del Estado Nacional; se pidió actuar a Gendarmería y no podían porque según ellos no pueden desarticular fiestas sino que solo pueden evitar el ingreso de materiales; y se llamo a Control Ciudadano que no vino a pesar de los reiterados llamados”.
“Estamos todos los vecinos amenazados y no podemos acercarnos ni cerca del alambre divisorio con el predio que nos gritan y tiran cosas”, sostuvieron los habitantes de la localidad platense de Los Hornos, preocupados por la aparente liberación estatal para la expansión de la toma en la periferia platense.