EL JOVEN QUE ATACÓ UN CANICHE TOY A PATADAS EN LA PLATA SE NEGÓ A DECLARAR

Se llamó a silencio por consejo de su defensor oficial y quedó procesado por «malos tratos y actos de crueldad a los animales».

Arián González (25), procesado en una causa por maltrato animal, se llamó a silencio ante el fiscal que lo procesó por “malos tratos y actos de crueldad a los animales” delitos contemplados en la normativa conocida como “Ley Sarmiento” que protege la salud y vida de los animales. Este procesamiento formal marca un antecedente judicial en su comportamiento ciudadano.

Se trata del acusado por el brutal ataque a una pequeña perra en el hall de un edificio de La Plata, que provocó un gran revuelvo tras la viralización de los videos que dejaron expuesto el brutal ataque al que sometió a la mascota de quien entonces era su pareja.

El fiscal Marcelo Romero ordenó su procesamiento por el feroz ataque a patadas contra la perrita Mía, una caniche toy que sufrió graves lesiones. La cita fue pautada de manera presencial. El acusado llegó caminando hasta la sede del fuero Penal de La Plata, se entrevistó en la defensoría oficial donde le recomendaron que se llame a silencio.

González quedó procesado por infligir los artículos 1 y 3 inciso 7 de la Ley 14.346 que establece: “Será reprimido con prisión de quince días a un año, el que infligiere malos tratos o hiciere víctima de actos de crueldad a los animales”. Tras la indagatoria fue a dejar sus huellas dactilares en su ficha penal.

En este caso en particular el fiscal Romero determinó como acto de crueldad “lastimar y arrollar animales intencionalmente, causarles torturas o sufrimientos innecesarios o matarlos por sólo espíritu de perversidad”, según se desprende de la documentación normativa a la que accedió este medio.

Frente a la difusión del hecho y la gravedad del mismo, González fue despedido de su trabajo en un comercio platense de vestimenta. También se convirtió en blanco de fuertes críticas y repudio en las redes sociales.

Todo parece indicar que el hombre tenía la intención de sacar a la cachorrita del lugar y por eso comenzó a llevarla hacia la zona de la puerta de entrada, pero a las patadas. En un momento dado el animal incluso intentó resguardarse, pero no pudo escapar de los ataques.