EL MOTIVO OCULTO DE LA VISITA DE SERGIO MASSA A CHASCOMÚS

Finalmente llegó el día y el candidato a primer diputado Nacional por el Frente de Todos, Sergio Massa visitó la ciudad de Chascomús entre otras, y se encontró con el intendente local y aliado político Javier Gastón.

Pero el verdadero motivo del viaje y visita del ex intendente de Tigre, no fue simplemente para recorrer la sección, ni para hacer proselitismo. Según nos confían fuentes cercanas a Massa, el motivo real de la visita fue para «disciplinar a la tropa» de Chascomús, encabezada por Gastón, y hacerles entender que el gobierno que ejerce Unidad por Chascomús no se puede manejar a su antojo, ya que en esta historia hay acuerdos que deben ser honrados y cumplidos.

Las cosas no estarían nada bien en el «Frente de Todos», que para el vecinalismo pareciera ser el «Frente de Algunos», ya que en las charlas que mantuvieron con los representantes y dirigentes peronistas y camporistas, el partido verde se habría negado sistemáticamente a abrir el juego, y repartir los cargos como hubiera correspondido a un frente que justamente lidera el referente del peronismo kirchnerísta Alberto Fernandez y en provincia Axel Kicillof.

A las presiones de «arriba», para que se hagan las cosas como corresponde y se cumplan con los acuerdos, se comenta que uno de los secretarios de Gastón, habría amenazado con «renunciar, antes que ceder puestos de nuestra gente en beneficio de La Campora y los peronistas».

Los rumores y trascendidos están a la orden del día, mencionando que serían varias las Secretarías que corresponderían a la Campora, al igual que unas cuántas direcciones en distintos sectores del municipio.

La negativa de Javier Gastón y su gente a ceder espacios de poder, habría sido el principal motivo del viaje de Massa a Chascomús, para poner las cosas en su debido lugar.

Desde el municipio se pretendió mantener oculto el viaje de Massa, pero luego de que se publicó en este medio la primicia, la visita debió ser aceptada en los medios por el Intendente.

Ahora queda la duda si Gastón cumplirá con el compromiso acordado con el peronismo, que entre otras cosas provocó la «bajada» de la candidatura de Gabriel Macchi, allanándole el camino, o continuarán con la obstinada decisión de dejar afuera a todo aquel que no sea vecinalista.

En ambos casos, esperan tiempos políticamente difíciles en caso de que el oficialismo gane la elección. Si cede los espacios, deberán convivir cuatro años con una compulsa de poder interno, en el seno mismo del gobierno, y con el descontento de parte de la sociedad que no quiere ver a La Campora en lugares de relevancia.

Y si no cumplen, seguramente tendrán que lidiar con peligrosos enemigos, como un gobernador y presidente que se sentirán traicionados y probablemente le hagan pagar esa traición en donde más les duela: los recursos que el distrito necesitará.