En el marco de la reunión mantenida con con Lilian Tintori, esposa del opositor venezolano Leopoldo López en la Casa Rosada, el presidente Mauricio Macri llamó a «recomponer el orden democrático en Venezuela» y además «manifestó su preocupación por la disolución de la Asamblea nacional decidida por el Tribunal Supremo de Justicia de ese país».
La expresión del primer mandatario argentino, se sumó a la condena realizada por distintos líderes mundiales tras la decisión de Nicolás Maduro de que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) asumiera las competencias del Parlamento.
COMO FUERON LOS HECHOS
El Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de Venezuela, que es el máximo tribunal del país, decidió asumir las competencias de la Asamblea Nacional, el único cuerpo legislativo de ese país, fundamentando esta medida en que el Congreso controlado por la oposición persistió en el «desacato».
«Mientras persista la situación de desacato y de invalidez de las actuaciones de la Asamblea Nacional, esta Sala Constitucional garantizará que las competencias parlamentarias sean ejercidas directamente por esta Sala o por el órgano que ella disponga, para velar por el Estado de Derecho», dice la sentencia 156 del TSJ que le permite tomar control de uno de los tres poderes del Estado Venezolano.
Esta decisión del TSJ fue claramente una respuesta a un intento de la oposición de bloquear una decisión del presidente Nicolás Maduro, que buscaba crear empresas mixtas (de capitales públicos y privados) bajo la órbita de una ley Orgánica de Hidrocarburos.
De acuerdo a esa ley y a la constitución venezolana, la iniciativa de Maduro tenía que ser aprobada por la Asamblea Nacional. Esto fue rechazado por el TSJ, que además resolvió que «no existe impedimento alguno« para que el Ejecutivo constituya empresas mixtas.