Un médico de 37 años de La Plata, identificado por la policía como Jorge Germán Benítez, fue encontrado en el Parque Pereyra Iraola jurisdicción de Berazategui ahorcado, colgado de un árbol, y a su lado una camioneta Fiat Adventure de color roja, de la cual era dueño, informó la policía que caratuló la causa como «Averiguación de causales del muerte».
Si bien no se descarta ninguna hipótesis, el parte policial señala que «unos corredores informaron que habría una persona sin vida ahorcada en un árbol brindando al personal una ubicación aproximada del lugar del hecho. Una vez allí, se constató la veracidad de la información, verificándose de que se trataba de una persona de sexo masculino de unos 30 años vestido sin remera, en cuero, pantalón de jean azul, cinturón negro, sin tatuaje ni señas particulares visibles, distante a 50 metros estaba la camioneta».
Luego se identificó a la persona como Jorge Germán Benítez, de La Plata. Existe una gran consternación por este triste suceso. Pues familiares y amigos habían distribuido un flayer buscándolo ya que les pareció muy extraño que desde el día de ayer no aparecía por su casa de calle 20.
Estupor e incredulidad
La muerte del médico Jorge Benítez llenó de estupor e incredulidad a quienes lo conocían. Como médico general llevaba unos diez años trabajando en el Centro de Atención Primaria N° 42 ubicado en 149 entre 35 y 36 de Malvinas, pero al mismo tiempo también lo hizo en otros hospitales bonaerense, donde era catalogado no sólo como un magnífico profesional, sino también como alguien comprometido con sus pacientes.
Pese a ser muy querido, el fin de semana había anunciado que dejaría el CAPS 42 para asumir en un cargo en el Hospital Romero y antes de desaparecer se lo esperaba para una despedida formal de los que hasta ese momento eran sus compañeros.
Aunque nada hacía suponer un desenlace trágico, se sospecha que algo grave le tuvo que pasar en los últimos días. Además manifestó que estaba muy estresado a causa del COVID, que lo obligó a estar quince días aislados, dado que su pareja se contagió de la enfermedad.
Quienes lo conocieron destacaron su vocación y compromiso con la profesión. Lo describen como «un laburante», «comprometido con la gente del barrio» y que siempre reclamaba a sus compañeros a salir a atender puerta a puerta y trabajar para cubrir las necesidades de los vecinos de Malvinas.