El fármaco reduciría las probabilidades de morir por cualquier causa y las probabilidades de tener un evento cardíaco, según un reciente estudio.
23 de enero de 2023
Según publica el sitio «Urgente 24», recientemente un grupo de científicos descubrió que los varones que toman Viagra para la disfunción eréctil podrían tener un beneficio adicional: un menor riesgo de sufrir una «muerte prematura», es decir, que tienen menos chances de morir antes de la edad promedio de fallecimiento de su población.
Informan además que quienes tomaban la «pastillita azul», tenían un 39% menos de chances de morir de una enfermedad cardiovascular.
La financiación del estudio, fue afrontada por el laboratorio Sanofi que vende su propia marca del fármaco, llamado avanafil, por lo que los resultados no están exentos de conflictos de intereses.
Esto no significa que no sean válidos, sino que deben confirmarse en ensayos independientes.
Para llegar a estas conclusiones, los investigadores revisaron 14 años de registros médicos de más de 23.000 estadounidenses a los que se les había recetado un inhibidor de la fosfodiesterasa tipo 5 (PDE-5i), como el Viagra.
Otros de los resultados señalaron que los que consumían el fármaco tenían un 25% menos de probabilidades de morir por cualquier causa y un 13% menos de probabilidades de tener un evento cardíaco, como un ataque cardíaco o un derrame cerebral.
Sin embargo, debido a la naturaleza retrospectiva del estudio, no puede probar una relación de causa-efecto.
Algunas de las hipótesis es que los que eligen tomar Viagra podrían ser más saludables en sí o que su capacidad para participar en la actividad sexual después del tratamiento podría haber causado los beneficios para la salud cardiaca, lo que descartaría una influencia más directa del fármaco.
«Conocemos los beneficios cardiovasculares de este tipo de medicamentos desde hace bastante tiempo. El hecho de que tenga beneficios relacionados con el corazón no es para nada sorprendente. Es bueno, pero no sorprendente», dijo en diálogo con ScienceAlert Nial Wheate, químico farmacéutico de la Universidad de Sydney, Australia.
Por su parte, los autores del estudio enfatizaron que los resultados publicados en el Journal of Sexual Medicine, “sugieren una necesidad urgente de un ensayo prospectivo, aleatorizado y controlado con placebo con el poder adecuado».