Nuevamente a través de la red social Facebook hemos encontrado a un vecino, que publica una reflexión que nos pareció excelente y digna de ser publicada y compartida.
Una nota que tocó una fibra íntima de quien escribe, porque gracias a Dios tengo familia de campo, a quienes nada les sobra y de quienes me siento muy orgulloso. Remarco «de campo», porque un fallecido amigo una vez me dijo: «no es lo mismo tener un campo, que ser un hombre de campo». Sabia reflexión.
Creemos que este es uno de los aspectos positivos de la cuarentena, donde nos hace pensar, e inspirarnos en distintas cosas de la vida, y que al ponernos mucho más sensibles que de costumbre, somos más receptivos a pensamientos propios, o ajenos, pero que nos llegan al corazón.
Tal es el caso en esta oportunidad, de una publicación de Juan Manuel Izurieta, vecino de Chascomús, que con orgullo hace una descripción de lo que vive un verdadero hombre de campo. Tuvo también cuando lo felicitamos, la nobleza de advertirnos que esa nota la vio en algún lado, y como la sintió propia, la transcribió y publicó.
Nosotros, como él, hacemos lo mismo, y agradecemos que la haya compartido.
ESOS… DEL CAMPO
Lamento profundamente que gente que me conoce a mí y a mi familia, que sabe de las manos rotas de mis viejos, de los eternos veranos sin vacaciones, de las fiestas que se terminaban a las 12y 30 porque al otro día levantarse temprano , madrugadas frías que azotan el cuerpo y del barro que entierra las botas y rompe rodillas, de andar x el barro, y del sol que quema sin piedad y deja su huella seca cuando la lluvia terca no aparece sientan hoy felicidad…
Lamento que sientan odio hacia personas que dejan su vida en un tractor o en una fosa de un galpón, algunos corren para salvar un animal, y cuando se llega tarde es triste, otros te alambran los campos, o se hacen un hueco para pasar y arreglarte el molino o lo que se necesite en ese momento, porque esas cosas no tienen fecha ni hora viste, simplemente pasan y hay que correr.
Lamento que si pasaste por la ruta y viste los silos bolsa te hayan dado ganas de romperlos, ¿sabés cuánto sudor hay atrás del pago de esos bolsones blancos? ¿Y sabés cuántas manos laburantes lo crearon y pudieron llevar el pan a su casa?
Quiero pensar que cuando pasean por los supermercados realmente no piensan en el laburo que dio ese queso, esa leche, ese pan, esos fideos, quizás sí creen que es magia.
Y no, no me digan que ese odio es por los grandes productores que tienen miles de hectáreas, porque estas medidas que tanto festejan, hacen mierda a los pequeños y medianos productores, gente así como mis viejos, mis tíos , mis vecinos, mis amigos…!!!
ESOS DE LOS QUE TE HABLO CON ORGULLO SIEMPRE, ESOS SON DE MI PUEBLO, DEL CAMPO. Ese campo que le enseña valores a los más chicos, les enseña todo lo que la tierra puede dar y así aprender a quererla mientras aprenden jugando de niños! DEL CAMPO SE NACE, NO SE HACE! X eso hay que aprender a respetar ala gente del CAMPO!
GRACIAS JUAN MANUEL!