Aunque parezca mentira, eso es lo que decía el intendente de Olavarría, Ezequiel Galli, unos días antes del recital de Solari. En varias oportunidades en las que dialogó con la prensa, contaba muy entusiasmado el rédito económico que representaba para su municipio la realización de este tipo de eventos.
Hoy, algunos podrán decir que es fácil la crítica con “el diario del lunes” , pero lo cierto es que el grado de cómo mínimo “inocencia” del Intendente resulta inaceptable, además de ser una verdadera muestra de imprevisión para alguien con su responsabilidad.
¿Quién puede entender como un jefe comunal autoriza (y de buen grado) un evento en el que se espera una concurrencia de 200.000 personas, en una ciudad en la que hay según el último censo 110.320 habitantes? ¿Es necesario ser un erudito o un especialista en seguridad para comprender que es prácticamente imposible contener el doble de gente que la que habita en un municipio? Porque lo que realmente pasó, fue eso: El recital de Solari según dicen llevó 300.000 personas, es decir que “metieron 3 Olavarría en Olavarría”. Así. Lisa y llanamente.
Hace unos días dijo: «Es muchísima la gente que va a venir, pero no va a suceder ninguna locura. La mayoría, el 80%, va a llegar a la ciudad el sábado al mediodía, y se va a ir una vez concluido el recital. Así lo indica la experiencia de la productora, con ya diecisiete recitales a cuestas»
O sea que el Intendente, se quedó muy tranquilo, porque confió ciegamente lo que le dijeron los “de la productora”… ¿No se le ocurrió pensar que la cosa podía desbordarse? ¿No creyó que sería muy complicado meter el triple de gente de la que habita en el distrito, en un evento de rock, el que además se sabe de antemano que sus fanáticos son muy efusivos? ¿No pensó si la ciudad, las fuerzas de seguridad, los médicos y el sistema de salud, estaban preparados para contener alguna contingencia con tanta gente?
La respuesta es muy sencilla: NO. Parece que lo único que le preocupó en realidad fue la recaudación que se iba a conseguir con el evento. Ni siquiera se tuvo en cuenta que tampoco se iba a dar abasto con las frecuencias de los micros para llevar de vuelta a la gente a sus casas, ya que en ese aspecto, hubieran ocurrido incidentes de cualquier manera, porque estuvieron muy lejos de poder cumplir con las necesidades de tanta gente.
La triste realidad, nos mostró que ayer, todo salió mal. Como primera medida murieron dos personas que fueron a disfrutar de un recital de su ídolo. Además dicen los médicos de guardia que a cada rato llegaba gente herida, fracturada, quebrada por las “avalanchas” y la incontenible cantidad de personas que se aplastaban entre sí. Esto porque la cantidad de gente superó casi en un 100% lo autorizado: 200.000 según lo aseveró el propio Galli.
El intendente, realizó en horas del mediodía una conferencia de prensa en la que trató de “deslindar” responsabilidades, acusando a los organizadores (que también han tenido una gran responsabilidad).
«170 mil personas como mucho, es lo que siempre contemplamos, el operativo estaba dispuesto para esa cantidad de gente, no para el doble. «La situación se nos fue de las manos», reconoció increíblemente Galli.
El intendente no prestó atención de la experiencia de otros municipios. Por ejemplo, luego del recital que brindó en Tandil en marzo de 2016, autoridades del municipio explicaron que no volverían a habilitar un evento de esta naturaleza. «150 mil personas que concurren masivamente son indominables», aseguró Marcelo Tierno, uno de los administradores del hipódromo, el lugar en donde se presentó Solari.
Y como el colmo de todos los colmos, no solo no tuvo en cuenta la logística de la ciudad, o inclusive un plan de contingencia para poder evacuar de la ciudad a tanta gente, sino que no tuvo la mejor idea que solucionar las cosas haciendo que cientos de personas tuvieran que dejar el municipio en camiones, en pésimas condiciones, y los que no pudieron hacerlo generaron destrozos en la zona de la terminal de micros, saqueos incluidos.
Toda esta situación, ahora, contrasta con el optimismo de Galli. De nuevo en la previa, el jefe comunal aseguraba: «Cuando uno habla con la gente de la organización y ve lo que se está llevando adelante creo que se van a quedar muy tranquilos (los vecinos); sin dudas la ciudad se va a movilizar, pero va a ser todo positivo». Y remataba en relación a los eventuales problemas de violencia: «Conozco al público del Indio. Los fanáticos van a demostrar que se puede hacer un show de esa magnitud sin violencia».