El lugar estaba habilitado como resto-bar y fue clausurado. El dueño le explicó a la Policía que solo quería que las personas pudieran concretar sus deseos. Había habitaciones separadas por cortinas donde se realizaban los encuentros sexuales grupales.
11 de mayo de 2023
ITUZAINGO – El propietario de un comercio en Ituzaingó se encontró con problemas legales cuando las autoridades descubrieron que su negocio, que había sido habilitado como un resto-bar, estaba siendo utilizado para encuentros sexuales grupales. El local, llamado «Swap», fue clausurado después de que los inspectores del Municipio encontraran a 90 personas participando en tríos, intercambios de parejas y otros actos sexuales dentro del establecimiento.
Inicialmente, el comercio había obtenido la autorización para operar como un resto-bar de acuerdo con el Código de Planeamiento Urbano de la zona. Sin embargo, en los últimos meses, surgieron sospechas sobre su funcionamiento inusual, lo que llevó a quejas por parte de los vecinos y a una investigación por parte de las autoridades locales.
Después de recibir denuncias y examinar las redes sociales, las autoridades decidieron llevar a cabo un operativo en el lugar. Durante la inspección, descubrieron que el establecimiento era, de hecho, un punto de encuentro para el intercambio de parejas y encuentros sexuales. El lugar contaba con habitaciones separadas por cortinas y paneles de Durlock, camas, sillones y un caño para bailes eróticos. Además, se encontraron carteles con las palabras «trío» y «parejas» en las áreas designadas.
Aunque no se encontraron menores de edad ni evidencia de actividad ilegal, el comercio fue clausurado por infringir las regulaciones comerciales bajo las cuales había sido autorizado. También se identificaron deficiencias en materia de seguridad, como la falta de extintores, medidas contra incendios y un informe final emitido por los Bomberos. Las puertas de escape estaban bloqueadas con cadenas, lo que las dejaba inutilizables.
El propietario del establecimiento compareció ante el Juzgado de Faltas, donde reconoció las infracciones imputadas en su contra. Sin embargo, afirmó que su intención era proporcionar un espacio para que las personas interesadas en este tipo de actividades pudieran llevarlas a cabo. Aclaró que no promovía la actividad íntima dentro del local y que tenía acuerdos con hoteles de la zona para que las parejas formadas en su establecimiento pudieran trasladarse y tener relaciones sexuales allí.
El caso quedó bajo la jurisdicción del Juzgado de Faltas del municipio, ya que no se encontraron elementos que indicaran la participación de menores o que alguien estuviera siendo coaccionado. La clausura del local se basó en las infracciones comerciales y las deficiencias de seguridad detectadas durante la inspección.