El joven piloto de Pilar hará historia al convertirse en titular de Alpine para los próximos cinco Grandes Premios. Un paso gigante para el automovilismo nacional.
07 de Mayo de 2025
La espera terminó. Franco Colapinto, el talentoso bonaerense de 21 años, fue confirmado como piloto titular de la escudería Alpine y correrá al mando del monoplaza A525 a partir del Gran Premio de Emilia Romaña, el 18 de mayo, en el mítico circuito de Imola. La noticia sacudió el mundo del automovilismo y trajo alegría a los fanáticos argentinos que soñaban con ver nuevamente una bandera celeste y blanca ondeando en la máxima categoría.
El anuncio se dio en la madrugada del miércoles a través de los canales oficiales del equipo francés, que también comunicó que Jack Doohan pasará a ser piloto de reserva. Colapinto, por su parte, correrá al menos en cinco competencias: Imola, Mónaco, España, Canadá y Austria. Su contrato contempla esta etapa inicial, aunque no se descarta su continuidad si logra buenos resultados.
La oportunidad llega tras una serie de errores y malos desempeños del australiano Doohan, quien acumuló sanciones, abandonos y maniobras peligrosas en circuitos como Japón, China y Miami. Esto debilitó su posición en Alpine, y el ascenso de Colapinto, respaldado por el histórico Flavio Briatore, se volvió inevitable. Sin embargo, el mérito es completamente del piloto argentino, que se destacó tanto en los test privados como en el simulador, superando en rendimiento a otros competidores como Paul Aron y Kush Maini.
En palabras del propio Franco: “Trabajaré duro con el equipo para prepararme para las próximas carreras. Estoy listo para el desafío”. Sus declaraciones reflejan el temple y la madurez de quien supo esperar su momento sin desesperarse.
Además de su preparación física y técnica, Colapinto se convirtió en una pieza clave del desarrollo del auto, contribuyendo a mejoras concretas, como sucedió durante el fin de semana del GP de Bahréin. Su experiencia previa como piloto de pruebas y su rendimiento en los Test Previous Car (TPC) en Barcelona, Monza y Qatar fueron determinantes para ganarse la confianza del equipo.
El piloto de Pilar no solo representa el futuro de Alpine, sino también una nueva esperanza para el automovilismo argentino, que desde los tiempos gloriosos de Reutemann no vivía una emoción tan intensa en la Fórmula 1.
Franco Colapinto se sube al auto con la bandera argentina tatuada en el corazón. El sueño, ese que parecía tan lejano, ya está en marcha. Ahora, todo depende de su talento, su constancia y de seguir demostrando que está a la altura de los mejores. Y si algo ha demostrado hasta ahora, es que nunca deja pasar su oportunidad.
Fuente: Alpine, Bullet Sport Management, Infobae
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