Denunció malos tratos, faltas de respeto y empatía de los propios compañeros de su hermana
El día de ayer, Pedro Andrade, hermano de una de las enfermeras infectadas, mantuvo un diálogo con Fabián Casales y Marcelo Caggiano en FM Por Siempre (97,3 mhtz) en donde explicó la difícil situación que le toca vivir a su hermana, que excede al contagio del Covid -19, ya que además de la enfermedad, ha debido soportar conductas discriminatorias y otras cosas por parte de «sus propios compañeros».
El muchacho, dijo que pretendía comentar la situación de su hermana y cómo se desencadenaron los hechos. Explicó que su hermana se capacitó, y calificó para cumplir con las tareas de enfermera, cumpliendo con todos los requisitos que eran necesarios.
Mas tarde, se capacitó para atender gente afectada de COVID-19, y al atender a la primera afectada tuvo la desgracia de contagiarse.
Andrade aseguró que su hermana que se encuentra internada en el propio hospital San Vicente de Paul, le contó que los propios compañeros hoy la tratan peor que a un leproso. Comentó que entre otras cosas, le dejan la comida del otro lado de la puerta de la habitación en el piso, y que ha tenido que cambiarse los sueros ella misma. agregando que «esto es entendible por el miedo, en una persona que ignora la situación, pero no de profesionales».
También dijo que tuvo que generar el pedido de atención, de agua y de ser atendidos con responsabilidad.
Su hermana, volvió a trabajar el día 7 de mayo, luego de 7 días de haber atendido a la persona con COVID 19. El día viernes se presenta a trabajar, y al otro día le manifiesta a su superior que se sentía mal. Le tomaron la fiebre y siguió trabajando. Luego solicitó que le hagan rayos pero no se los hicieron. Como no tenía otro síntoma, no calificaba para Covid, y entonces la mandaron a su casa. En bicicleta, veinte cuadras. Al rato le piden que vuelva. A las tres de la tarde, con 38 de fiebre debió esperar a las 18 donde le hicieron el isopado. Quedó aislada y al otro día apareció el resultado positivo.
Es lamentable que esto suceda precisamente dentro del lugar donde mejor se deberían hacer las cosas. Pero peor aún es que nada se haga por parte de las autoridades, que ni siquiera hacen un mea culpa por los recientes acontecimientos, independientemente de lo que le sucedió a Andrade.
La sumatoria de situaciones desafortunadas, derivó finalmente en la «marcha atrás» del intendente municipal, y ahora habrá que ver qué sucede.