Tal como se había anunciado, en la víspera, a las 9,00 horas en la vereda del Concejo Deliberante, se llevó a cabo un acto de la Comisión Municipal de la Memoria, en el que se descubrió una placa recordatoria en el hall del Concejo, en homenaje a la chascomunense María Esther Iglesias de Santi y su hijo Roberto Gustavo Santi, secuestrados y desaparecidos durante la última dictadura.
Dicho descubrimiento estuvo a cargo de Selva Santi, hermana de Roberto, y su prima Edith Iglesias. Palabras de familiares y amigos Seguidamente hizo uso de la palabra Selva Santi, quien señaló que ella estaba en Francia cuando ocurrió el hecho y fue alertada por un familiar, e hizo un elaborado detalle sobre como fue el procedimiento en el que fueron secuestrados sus familiares y una tercera persona que hasta el momento no ha podido ser identificada. Aclaró sobre el particular que su madre y su hermano fueron vistos en la ESMA, despareciendo después todo rastro de ellos. Explicó que en Francia se sumó a una organización que difundía en todo el mundo lo que ocurría en la Argentina y resalto la acción de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, denominadas como «Locas» por la dictadura, destacando que día a día arriesgaban sus vidas en busca de la verdad. Selva puso énfasis en el futuro, haciendo hincapié que para que la Argentina tenga objetivos comunes no solamente hay que recordar lo que sucedió sino también analizar que fue lo que llevó a que el país viviera esos hechos. Dijo que sin memoria no se puede construir futuro, pero que las heridas deben servir para que nuca más se produzca la tragedia que vivió la Argentina y no mantenerse abiertas solamente para que se pudran afectando a toda la comunidad. A continuación se dirigió a los presentes un amigo de Roberto, Pablo Masciángelo, dirigente provincial de CETERA, quien tras explicar que él también tenía raíces en Chascomús a través de la familia Etchegaray y que esa circunstancia lo había acercado aún más a Santi, recordó en primer lugar que se encontraba en la tierra de Raúl Alfonsín que dio el puntapié inicial en la recuperación de los derechos humanos con el Juicio a las Juntas Militares; mencionó a continuación que hubo pasos hacia atrás con la Leyes de Punto Final y Obediencia Debida, que luego fueron anuladas, y traiciones al voto popular; resaltando no obstante que después se siguió avanzando. Masciángelo tuvo palabras de elogio para las luchas obreras y su incidencia positiva en nuestro país, y culminó su alocución afirmando que se debe mantener viva la memoria para construir el futuro.