Mauricio Macri, volvió a dar una entrevista, y algunas de sus declaraciones levantaron una gran “polvareda” entre propios y ajenos. Aquí datos y el análisis de lo que se viene en la oposición de cara a un armado serio para dar pelea al Frente Fernández-Fernández
Probablemente hoy el ex presidente se sienta arrepentido, porque al querer transferir alguna responsabilidad por mal ejercicio de la política a Emilio Monzó y Rogelio Frigerio, en lugar de llevar agua para su molino consiguió todo lo contrario.
La fatídica frase fue: “Delegué en mi ala más política en filoperonistas, tanto en la Cámara de Diputados como con los gobernadores; yo tendría que haber puesto el foco ahí porque claramente se jugaba mucho en la Argentina, en poder convencer”
Esto, sencillamente provocó el efecto contrario que pretendía conseguir Macri. Pretendió “marcarle la cancha” a Larreta y Vidal, y frenar de alguna manera el notorio avance que ha obtenido el “Monzoísmo” en los últimos tiempos, pero ni en Juntos por el Cambio, ni en otros espacios, fueron bien tomadas sus palabras.
Más de un dirigente salió a “bancar” a Monzó y Frigerio. Sobre todo al primero. El diputado Sebastián García De Luca fue uno. El ex diputado Nicolás Massot también.
Otros fueron el intendente de San Isidro Gustavo Posse, o el diputado Cristian Ritondo, que dijo: “No creo que Frigerio y Monzó hayan hecho nada mal, trabajaron de la forma que pudieron trabajar e hicieron todo lo que pudieron”, agregó. Sobre Frigerio, añadió: “Trabajó con más de 20 gobernadores de la oposición y ser ministro del Interior es difícil y complicado”.
Sin dudas, Macri cometió un error de apreciación al criticar a alguien como Monzó, que es respetado por todos. Solo basta recordar el cálido aplauso de despedida que le brindaron sus pares, de todos los colores políticos, cuando terminó su mandato como Presidente de la Cámara de Diputados. Algo que casi nadie (o nadie) ha conseguido nunca.
Por otra parte, varios le recordaron que precisamente bajo la gestión de Monzó, se consiguieron (sin tener mayoría) las votaciones de leyes muy importantes para el Macrismo.
Desde el Monzoísmo, aclararon que esta situación no va a cortar el diálogo de ninguna manera, cumpliendo con la premisa del sector, de alejarse de grietas y fomentar los acercamientos en lugar de las peleas y odios. Todo esto, mientras arman y fortalecen su sector, donde se destaca por ejemplo el grupo de «Mujeres con Emilio» que le han puesto una impronta avasallante a la militancia en la provincia, contando con referentes en cada sección electoral.
Dialogando con La Revista Digital, la referente de la 5ta. sección, Carolina Vieira, se mostró muy entusiasta con el grupo, asegurando que «Emilio no solo contiene, sino que ha devuelto la esperanza a mucha gente, sobre todo por su calidad humana, y su posición positiva, tratando siempre de mirar hacia adelante en lugar de entrar en conflictos y grietas que no conducen a nada».
“No modifica absolutamente nada en la forma en que venimos trabajando, nosotros estamos construyendo nuestro propio espacio político en la Provincia, dentro de la oposición y con muy buen diálogo con María Eugenia Vidal y Horacio Rodríguez Larreta”, aseguraron desde el Monzoísmo a la revista La Tecla. Pero no dejan de reconocer que hay distintas estrategias, que deberán confluir en una nueva alianza, y aseguran que “la relación con María Eugenia se recompuso bastante”.
Otro dato que brinda la revista es que Monzó al menos una vez por semana se reúne con Marcos Peña, como también lo hace María Eugenia Vidal, y Larreta.
Monzó, consciente del estratégico error de Macri y alegre por la enorme cantidad de expresiones de apoyo y solidaridad, dijo a sus cercanos que “Me puso en el candelero sin buscarlo, y las críticas fueron hacia sus expresiones”. Y está en lo cierto.
Siguiendo con la nota de “La Tecla”, aseguran que desde los cercanos al ex presidente de la Cámara y el ex Ministro del Interior, sostienen que “Hemos visto a Larreta y a Vidal ausentarse del Zoom de Juntos por el Cambio después de la nota de Mauricio con Morales Solá; hemos visto a (Diego) Santilli a salir a apoyar, y Santilli no hace nada si Larreta no lo ordena; y hemos visto a (Cristian) Ritondo salir a apoyar y no lo hace sin antes hablarlo con María Eugenia”
Esto, dejó en evidencia la grieta en la oposición: Por un lado están los moderados, y por el otro, quienes tienen una postura más agresiva y casi irreconciliable con el oficialismo: Macri, Patricia Bullrich y Miguel Pichetto.
Puertas adentro, se asegura que la posición moderada es la que cuenta con la mayoría de adhesiones, y que a los extremos no le quedará otra opción que votar a esa mayoría. Aseguran que hasta la misma Elisa Carrió tiene una posición más moderada, lo que aísla aún más a Macri, Bullrich y Pichetto.
Lo cierto, es que hay mucho por trabajar y muchos conflictos y liderazgos por dirimir. Y se acercan las elecciones de medio término, lo que seguramente irá apresurando un poco las cosas.
El panorama actual, muestra una ventaja del sector moderado, que pareciera poco a poco limar asperezas, y sumar voluntades desde dentro y desde afuera. Muchos sostienen que Macri no consiguió reconciliarse con la sociedad y si bien hay mucha gente que lo sigue, continúa teniendo hacia afuera una mala imagen para los sectores indecisos.
Esto de todas maneras y casi con seguridad no provocará que la “sangre llegue al río”, ya que si en algo coinciden todos es que no conviene dividirse y que es momento de sumar.
Es por eso que difícilmente se pelearán, pese a las palabras de Macri, y al enojo de los seguidores de Monzó, que indignados recuerdan que gracias a Emilio, se consiguió concordancia en la Cámara, como otro diputado, en este caso Martín Dominguez Yelpo, que además de recordar los logros del ex presidente de la Cámara, sostuvo en una entrevista que “los errores políticos fueron de Macri, al delegar casi de manera exclusiva el área política a Marcos Peña, dejando de lado a todo el mundo, concentrando además la comunicación y la gestión, dejando migajas para el resto”.
Por último, el referente de la 5ta sección, José Fares, aseguró que «Emilio nos motivó a militar y participar con esperanza, como hacía mucho tiempo que no se veía. Es una persona muy inteligente y siente una gran empatía por los vecinos de la provincia de Buenos Aires y el país. Además, prioriza siempre el diálogo, sin peleas ni agresiones, sino tratando de conformar una verdadera concordancia que tenga el objetivo de crecer y sacar el país adelante. Esto nos ha enamorado».
Destaquemos, que todos saben que si no conservan la unidad, pocas esperanzas pueden tener de conseguir resultados en la elección que viene, y mucho menos en de 2023.