Para quienes lo venimos siguiendo hace tiempo, y lo conocemos en la intimidad, no es sorpresa que el exitoso abogado y destacado taekwondoísta Fernando Rampazzo se esté preparando y tenga entre ojos una nueva competencia internacional que seguramente lo tendrá como protagonista.
De fuerte personalidad y gran espíritu de sacrificio, Rampazzo aborda las artes marciales con la misma pasión que lo hace con su profesión. Realmente sin términos medios y buscando alcanzar los más altos niveles en lo que emprende, de manera casi obsesiva y esforzándose hasta el límite.
Se podría decir que vive su vida de esa manera, y no entiende otra fórmula. Dedicación, sacrificio, esfuerzo…Lo que lo ha convertido en un destacado y exitoso profesional, tanto en la abogacía como en el deporte.
Rampazzo viene compitiendo hace años, siempre con éxito y consiguiendo un logro tras otro, ganando varios títulos internacionales, como por ejemplo el sub campeonato mundial logrado en Hungría en 2016 lo que además es un orgullo para Chascomús, ya que es un galardón único en la historia local.
Otro importantísimo logro conseguido recientemente fue el lauro máximo del deporte de Chascomús: El Osborne de Oro, que precisamente distingue al deportista más destacado entre todos los premiados en distintas disciplinas. Algo que tenía largamente merecido.
Hoy, se prepara para enfrentar un nuevo desafío: competir en lucha representando a Chascomús y Argentina en el próximo campeonato Sudamericano a disputarse en Perú del 1° al 5 de septiembre de 2017.
En evento, participarán 1.500 competidores de Sud América y será una dura batalla, acaso una de las más difíciles que tendrá que sortear.
Como siempre, viajará acompañado de su amigo y coach, Pedro Andrade, el fiel entrenador que se ocupa de todos los detalles para que Rampazzo llegue en forma y totalmente listo para la batalla.
En la intimidad, cuando uno le pregunta porqué sigue adelante con la participación en estos difíciles eventos, que lo mantienen durante meses sacrificando descansos y haciendo esfuerzos que van desde las privaciones en los alimentos siguiendo estrictas dietas a como jornadas eternas de exigentes entrenamientos, él sonríe y asegura que es una de las cosas más importantes en su vida, y que mientras pueda lo seguirá haciendo.
Nosotros, que lo conocemos, sabemos que también lo hace porque es una forma de dar el ejemplo a los jóvenes practicantes del gimnasio que forman parte de la escuela de tae kwondo, ya que sigue adelante como el primer día, poniendo todo de sí, pese al paso de los años y el arrastre de varias lesiones, algunas bastante complicadas.
En definitiva, así encara las cosas Fernando Rampazzo, quien parece eternizarse en las competencias y, a la vista de los hechos, aún no ha dispuesto “colgar los guantes”.
Creemos que por el empeño que pone, Chascomús tiene representante para rato, por lo que podemos afirmar que “la leyenda continúa”.