LA NASA SE PREPARA PARA DEFENDER LA TIERRA DE UN TEMIDO ASTEROIDE QUE SE APROXIMA

La agencia estadounidense busca determinar distancia y tiempo exacto. El plan de los rusos. Qué es y cuándo puede chocar el 2006 QV89

Gran parte del Universo aún es desconocido por la humanidad, pero la NASA tiene algo seguro: los asteroides pueden ser una verdadera amenaza para la Tierra. Por eso, al igual que Rusia,  comenzó a diseñar una estrategia contra posibles impactos de estos cuerpos rocosos. El difícil objetivo, según reconoció el grupo de científicos que lidera el proyecto, se conoce semanas después de que se informara que un objeto de 40 metros de diámetro podría chocar contra nuestro planeta el 9 de septiembre a las cinco y tres minutos de la madrugada.

Amy Mainzer, de la agencia estadounidense, explicó que el principal reto que tienen es observar a tiempo la cercanía de los asteroides. «Si encontramos un objeto celeste a solo unos días del impacto, limita enormemente nuestras opciones, por lo que nos hemos centrado en encontrar objetos próximos a la Tierra cuando están más lejos, brindando la máxima cantidad de tiempo y abriendo una mayor gama de posibilidades de mitigación «, dijo.

Sin embargo, la investigadora principal de la misión de caza de asteroides de la NASA en el Laboratorio en Pasadena (California) destacó que se trata de una tarea «difícil», y lo comparó con detectar un trozo de carbón en el cielo nocturno.

«Algunos de esos objetos próximos a la Tierra» (NEO, en inglés) son tan oscuros «como el tóner de la impresora», sostuvo y señaló que tratar de detectarlos “contra el negro del espacio es muy difícil».

El calor de los NEO nos salvará

En lugar de utilizar la luz visible para percibir esos objetos, el equipo de Mainzer ideó aprovechar una característica particular de los NEO: su calor.

Los asteroides y los cometas son calentados por el sol y, por lo tanto, brillan intensamente en las longitudes de onda térmica, lo que hace que sean más fáciles de detectar con el telescopio de exploración por infrarrojos de campo amplio de objetos cercanos a la Tierra (NEOWISE).

«Con la misión NEOWISE podemos detectar objetos independientemente del color de su superficie y usarlos para medir sus tamaños y otras propiedades», dijo Mainzer.

Una estrategia sencilla: “Empujar”

El descubrimiento de las propiedades de la superficie de NEO proporciona a Mainzer y sus colegas una idea de qué tan grandes son los objetos y de qué están hechos, ambos detalles críticos en el montaje de una estrategia defensiva contra un NEO que amenaza la Tierra.

Por ejemplo, una estrategia defensiva es «empujar» físicamente un NEO lejos de una trayectoria de impacto en la Tierra, aunque para calcular la energía requerida para ese «empujón», los detalles de la masa de NEO, y por lo tanto el tamaño y la composición, son necesarios.

Los investigadores propusieron en la NASA la creación de un nuevo telescopio para hacer un trabajo «mucho más completo para localizar las ubicaciones de los asteroides y medir sus tamaños» con el fin de proteger el planeta Tierra.

Rusia contra el «Armageddon»

La preocupación por los desafiantes objetos que se aproximan de vez en cuando al planeta también llevó a Rusia a elaborar un plan de defensa.

La información la dio a conocer en enero la agencia espacial rusa, Roscomos. «Comenzamos a elaborar un programa para investigar y contrarrestar las amenazas provenientes del espacio: asteroides y fragmentos de rocas cósmicas», escribió en Twitt

En otro informe, los especialistas de ese país no solo habían adelantado sus planes sino que instaron a crear un“sistema de defensa planetario”.

«Entre las numerosas tareas que se pueden cumplir con cohetes y tecnologías espaciales, la más importante es la creación de un sistema de defensa planetario para prevenir la colisiones catastróficas con la Tierra de asteroides y núcleos de cometas», sostuvieron.

En consonancia con la NASA, los científicos rusos creen que para estos planes es necesario contar con la ayuda de aparatos espaciales especiales para estudiar las características físicas de los cuerpos celestes que puedan representar un peligro para la Tierra.

El miedo por el asteroide 2006 QV89

Un asteroide de 40 metros de diámetro podría chocar contra nuestro planeta el 9 de septiembre a las cinco y tres minutos de la madrugada. El cuerpo rocoso llegaría con una velocidad de 44.000 kilómetros por hora.

Según los expertos, un impacto similar causaría un daño similar al del meteorito que cayó en Tunguska, Siberia, en 1908, y que devastó un área de 2.000 kilómetros cuadrados. Sin embargo, aseguran que la probabilidad de que suceda en forma directa contra nuestro planeta y su curso no sea modificado de forma natural o artificial sería de 1 entre 11.428.

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