Cumplida la tercera jornada del juicio por la triple fuga del penal de General Alvear, Martín Lanatta aseguró que trabajaba para Anibal Fernandez, sindicándolo como el autor intelectual del triple crimen de General Rodriguez, ademas de afirmar que le ofrecieron salir de la cárcel, para perjudicar a la gobernadora María Eugenia Vidal.
Lanatta sostuvo también que cobraba mucho dinero para hacer los trámites para acceder a portaciones Vip de armas de fuego en el Renar. «Cobraba hasta diez dólares que iban para la Corona y para Anibal Fernández», dijo. Además, aseguró que conocía al ex jefe de gabinete y que trabajaba para su mano derecha, el expresidente de Quilmes Atlético Club, José Luis Meiszner.
El acusado apunto directo a Mario Bolo, por entonces director regional de seguridad del Servicio Penitenciario. También cargó contra el entonces subdirector de seguridad del penal de General Alvear, César Tolosa. El acusado aseguró que ambos ex penitenciarios le hicieron una oferta para dejarlo escapar.
Es para «romperle el culo a la gobernadora y para que te retractes de las acusaciones contra Aníbal Fernández», dijo Lanatta que le dijeron Bolo y Tolosa. Según consigna la agencia DIB, el acusado precisó que le propusieron: «Vos salí que te damos documentos nuevos, te sacamos en helicóptero, filmamos la retractación de lo que dijiste contra Aníbal en un campo de Saladillo y después se van».
Se referían a la acusación que el propio Lanatta había formulado en el programa televisivo Periodismo Para Todos (PPT), antes de las elecciones de 2015, en el que había acusado por primera vez a Fernández de ser autor intelectual del triple crimen de General Rodríguez, al que ligó al tráfico de efedrina en el país.
En otro tramo de las declaraciones de hoy, cuatro agentes del servicio penitenciario que prestaron declaración deslizaron que hubo irregularidades en el complejo carcelario, que comenzaron poco antes de que se concretara el escape de la cárcel de General Rodríguez.
Los guardia cárceles mencionaron entre esas irregularidades que fue quitado el sistema de vigilancia del sector sanidad, donde comenzó la fuga; que disminuyó la cantidad de efectivos dedicados a la custodia penal; que con una llave misma se podía abrir tres o cuatro puertas del mismo pabellón.
También señalaron que algunos jefes de la unidad N° 30 de General Alvear solían visitar a los hermanos Lanatta -en los días previos a la evasión-, con los que tomaban mate y hasta se saludaban con un beso como si fueran amigos.
FUENTE LPO