Ocurrió durante una visita a una librería en una recorrida a pie en Tigre, en donde partidarios de Baradel les gritaron reclamando paritarias.
El presidente Mauricio Macri y la gobernadora María Eugenia Vidal fueron escrachados hoy por integrantes del sindicato docente SUTEBA cuando los líderes del PRO participaban de una actividad en Tigre.
Con carteles del gremio que lidera Roberto Baradel, un grupo de personas llegó hasta una librería en la que se encontraba ambos dirigentes y comenzaron a increparlos al grito de «paritarias». Además, les dijeron «chorros».
A raíz de la tensión que se generó tuvo que intervenir una división de la policía bonaerense para contener a los manifestantes.
La idea de Macri era repetir una práctica que hacen cada viernes: tener un «mano a mano» con vecinos, y con extremo cuidado para evitar contacto con la prensa y escraches de sectores opositores.
Sin embargo, el plan de mantener el encuentro en reserva falló y cuando se supo que el jefe de Estado iba a Tigre, en cuestión de minutos un contingente de docentes se acercó a donde estaba y, con tarimas y pancartas para no pasar desapercibidos, protestaron.
Tal como fue informado más temprano el diario Clarín, el lugar elegido fue Tigre, tierra del líder del Frente Renovador Sergio Massa, a quien el martes el ministro de Seguridad bonaerense Cristian Ritondo visitó en el distrito gobernado por Julio Zamora y puso como «ejemplo a seguir de parte de los municipios por la inversión que hace en seguridad».
En principio, Mauricio Macri tenía previsto recorrer obras en Ramos Mejía, junto al lilito Héctor «Toty» Flores, referente en el distrito y que tiene su lugar casi asegurado para integrar la lista de candidatos por la provincia de Buenos Aires. Era su regreso a La Matanza, la cuna del peronismo y el bastión sobre el que Cristina y el kirchnerismo cimientan buena parte de sus chances en las Legislativas, tras la picante inauguración del Metrobus, donde cruzó dardos con la intendenta Verónica Magario. Pero esta vez Presidencia había trazado sólo una recorrida, sin acto ni contacto con la prensa. Acaso para evitar escraches kirchneristas, pero no tuvo suerte en la tarea.