MAR DEL SUD: RECUPERAN LA MANDÍBULA DE UN VAMPIRO GIGANTE DE HACE 100 MIL AÑOS

El fósil fue extraído del interior de lo que fuera la madriguera de un perezoso gigante. Se dio a conocer recientemente a la comunidad científica internacional. Los únicos antecedentes de estos mamíferos antiguos de Argentina, corresponden a los hallados en esta zona.

MIRAMAR (Corresponsal de La Capital). – Se dio a conocer durante las últimas horas, la recuperación cerca de la villa balnearia de Mar del Sud, de una mandíbula correspondiente, según los especialistas, a un vampiro extinto cuya antigüedad ronda los 100.000 años.

Según se informó a LA CAPITAL, desde el museo de Ciencias Naturales de Miramar, este interesante resto fósil fue presentado recientemente a la comunidad científica internacional y corresponde al murciélago de mayor tamaño de los conocidos hasta el presente.

Precisamente, el fósil fue localizado en sedimentos del Pleistoceno, sobre inmediaciones del arroyo La Ballenera, ubicado entre esta ciudad y la villa balnearia.

Los vampiros en la actualidad, son mamíferos que sólo viven en América, pertenecientes a la familia de los Desmodóntidos, conocidos por alimentarse de sangre de animales. Constituye una variedad de murciélagos, que incluye a solo tres especies vivientes, como el vampiro común (Desmodus rotundus), el vampiro de alas blancas (Diaemus youngi), y el vampiro de patas peludas (Diphylla ecaudata).

“En realidad son pacíficos, se alimentan de sangre de animales, y a veces de humanos, por unos breves minutos sin generar molestias, tal es así, que sus falsas víctimas ni lo presienten. Lo único malo, es que pueden transmitir rabia u otras enfermedades si están infectados. Seguramente sus representantes prehistóricos tenían comportamientos similares”, comentaron fuentes de la investigación.

La rama mandibular del vampiro fue identificada como Desmodus draculae, especie encontrada por primera vez en Venezuela en 1988, y su nombre alude al fantasmal personaje de ficción. Vivió en el Cuaternario de América, y tuvo un tamaño mayor que el actual vampiro común (Desmodus rotundus).

“Lo de vampiro gigante es relativo, pues, su envergadura sería de dimensiones algo más grandes que las de un teclado de computadora, pero, significativamente mayor a sus representantes actuales”, sostuvo Santiago Brizuela, de la Universidad Nacional de Mar del Plata, uno de los responsables del trabajo científico.

Otra de las informaciones dadas a conocer fue que en el momento que vivió Desmodus draculae en el sudeste bonaerense, sobre lo que hoy es la costa atlántica de Argentina, la región estaba habitada por enormes perezosos gigantes, como el megaterio de unos 4,5 metros de altura, por manadas de elefantes sudamericanos extintos, mamíferos acorazados gigantes de más de 4 metros de largo y más de una tonelada de peso conocidos como gliptodontes, o por el emblemático tigre dientes de sable y muchas otras bestias, hoy totalmente extintas, cuyos fósiles se exhiben en el museo miramarense.

Dicho descubrimiento brindó también interesantes datos paleoambientales y paleoclimáticos para el Pleistoceno superior, pues su pariente más directo, el vampiro común (Desmodus rotundus) actualmente se encuentra a 400 kilómetros al norte de la ubicación del vampiro fósil. Por lo tanto, las condiciones ambientales del sitio del arroyo mencionado habrían sido diferentes a las que hoy podemos observar.

Antecedentes

Los únicos antecedentes de vampiros antiguos de Argentina, corresponden a los hallados en esta zona. Uno de ellos, es un canino superior aislado del Holoceno tardío de la vecina localidad de Centinela del Mar, referido a Desmodus cf. D. draculae, que no llego a ser un fósil, pues la datación radio carbónica dio una antigüedad de sólo 300 años.

Lo que indica este nuevo resto fósil, el ejemplar histórico, y otros hallazgos en varios puntos de Sudamérica, es que Desmodus draculae, fue el último de estos grandes mamíferos voladores, el cual se extinguió en 1820 aproximadamente, posiblemente como consecuencia de la ‘Pequeña Era de Hielo’.

Este hallazgo excepcional forma parte de las colecciones científicas del nuevo Museo de Ciencias Naturales de Miramar, inaugurado en 2019 por el Municipio de General Alvarado y la prestigiosa Fundación Azara, reafirmando la importancia de los yacimientos paleontológicos del área y su vínculo con investigadores de distintas partes de Argentina y del extranjero.