El presidente echó al vice ministro Ezequiel Sabor, y al Superintendente de Servicios de Salud de la Nación, Luis Scervino.
Rápido de reflejos, y para seguramente enviar un mensaje contundente y severo, dejando en claro que es él quien tiene “el toro por las astas”, el presidente de la Nación, Ingeniero Mauricio Macri despidió al Superintendente de Servicios de Salud de la Nación, Luis Scervino y al Viceministro de Trabajo de la Nación, Ezequiel Sabor, dos personajes cercanos al sindicalismo.
Todo esto, a solo un par de horas de finalizada la marcha de la CGT a Plaza de Mayo, en donde además de tener un tinte político, hubo fuertes cuestionamientos al gobierno.
Macri, había declarado que la marcha fue sencillamente “una pérdida de tiempo que no nos lleva a ningún lado” …
En orden cronológico, la primera víctima fue Luis Scervino, de estrechos vínculos en el ámbito gremial, quien encabezaba la Superintendencia de Servicios de Salud de la Nación (SSS), entidad que regula las obras sociales sindicales.
Más tarde, llegó el turno de Ezequiel Sabor, hombre del PRO que integró la Fundación Pensar, de Francísco Cabrera. Hasta ayer, ocupaba el cargo de Viceministro de Trabajo de la Nación, y estaba en malas relaciones con el Ministro. El presidente, Mauricio Macri, ordenó que le pidieran la renuncia por su cercanía con el sector gremial que comanda Hugo Moyano, con quien había trabado una buena relación desde su paso por la gestión porteña.
Los nombres que suenan para reemplazar a los desplazados son cercanos al ministro de trabajo, pero sin vínculos con el sindicalismo.
Para el puesto de Scervino se mencionaba a Sandro Taricco y como vice de Trabajo a Horacio Pitrau.
La designación de Scervino fue la primera y más contundente señal de Macri a los gremios. El expulsado venia de administrar la obra social de Obras Sanitarias, el gremio de José Luis Lingeri, pero tenía relación histórica con Camioneros de Hugo Moyano y la UOM de Antonio Caló.
Si aquel fue un gesto de acercamiento y empatía, la decisión que ayer tomó Macri de remover a Scervino es el golpe más fuerte del Presidente contra los gremios porque corta el principal nexo institucional de la CGT con el gobierno.
Ezequiel Sabor, viceministro de Trabajo, se convirtió esta noche en el segundo echado del Gobierno tras la marcha de la CGT contra el Gobierno.