El hombre asesinó a su hijo de dos balazos y se quitó la vida. Su esposa denunció que sufría violencia de género. Los cadáveres fueron encontrados por la mujer en un departamento que tenían vacío para alquilar.
Los cadáveres fueron encontrados por la mujer en un departamento que tenían vacío para alquilar y que estaba situado en la planta alta de la vivienda que la pareja compartía con su hijo, que tenía un retraso madurativo.
La mujer, identificada como Patricia Alejandra Belmonte, de 50 años, ante la desesperación de ver a su hijo, Leonardo Ramos, de 22, muerto en un pasillo, ingresó a la casa con ayuda de vecinos.
Al entrar, la madre del joven encontró sentado en el piso contra una ventana a su pareja, identificada como Joaquín Ramos, de 60 años, quien se había ahorcado con un cable.
Tras llamar a la Policía, Belmonte le relató a los investigadores que todo comenzó el jueves por la noche, cuando comenzó a discutir con su esposo. Ella le recriminaba que estaba cansada de sufrir violencia de género de su parte, debido que días atrás la había golpeado.
Seguidamente, el hijo se interpuso en la discusión y mantuvo un altercado con su padre en defensa de su madre, tras lo cual el hombre se retiró y se fue a dormir al departamento que tenían en alquiler. El joven siguió a su padre mientras le recriminaba a los gritos por los maltratos hacia su madre.
En ese marco, la mujer, al no saber nada de su hijo, se dirigió por la tarde a la planta alta y, al asomarse por una ventana, lo vio tirado en el piso del pasillo entre la cocina y el baño, con dos impactos de bala en la cabeza.
Un poco más al fondo, estaba su pareja ahorcada en una ventana y, a su lado, había un arma de fuego calibre 9 milímetros.
Los gritos de la mujer alertaron a los vecinos que llamaron a los Bomberos Voluntarios que en pocos minutos llegaron y constataron los fallecimientos. (InfoGEI) Mg