La insólita justificación de los empresarios y el único caso en el que deberán hacerse cargo por ley.
28 de abril de 2024
«La liberación de precios va a permitir mejorar los servicios que brindan las empresas», reitera una y otra vez Javier Milei, desde el día en que autorizó, mediante su DNU, la completa desregulación de todos los servicios. Sin embargo, la realidad demuestra lo contrario, y ahora las aseguradoras están en el punto de mira.
La Superintendencia de Seguros de la Nación anunció cambios en el servicio de remolque ofrecido por las compañías aseguradoras en toda la República Argentina. A partir de ahora, los seguros ya no incluirán en sus pólizas el servicio de remolque y auxilio mecánico para los usuarios.
Solo en caso de siniestro por daño, incendio, robo o hurto, los gastos de traslado y estadía serán cubiertos por el asegurador.
Por otro lado, la cobertura anterior que incluía «traslado, remolque, asistencia y/o estadía del vehículo asegurado, generados por desperfectos o problemas mecánicos, de batería, de arranque, eléctricos, pinchaduras, cortaduras y/o reventones de las cámaras o cubiertas, falta de combustible y/o cualquier otro que no tenga vinculación con un accidente, incendio, robo y/o hurto», ya no estará vigente, según lo indicado en el texto oficial.
La Resolución SSN 217.2024, que modifica el Reglamento de la Actividad Aseguradora, establece un plazo de hasta 90 días para implementar este cambio. Además, una vez transcurridos los 90 días, el cambio se aplicará a cada usuario al momento de renovar las pólizas de seguro.
Según los expertos, esta es una decisión que debería haberse tomado hace tiempo, ya que los servicios de auxilio mecánico y remolque no forman parte del objeto de seguro y afectan el principio básico de que las primas deben destinarse al cumplimiento suficiente de las obligaciones del asegurador y a mantener su capacidad económica y financiera.
Durante muchos años, las compañías se han visto obligadas a destinar una parte sustancial de las primas a brindar un servicio costoso y tercerizado, lo que genera problemas adicionales y distrae recursos y tiempo que podrían utilizarse para atender asuntos propios de la aseguradora, además de exponerlas a un desgaste de imagen con sus clientes.