
En una mesa especial organizada por “Ataque de Radio – Home Office”, trabajadores despedidos de la fábrica Tía Maruca contaron cómo se enteraron del cierre, la incertidumbre que atraviesan y las duras condiciones que les propusieron para su desvinculación. La CGT Regional y varios gremios acompaña el reclamo.
CHASCOMÚS – Con la presencia de María Elena Ortiz Molina (UPCN y Secretaria Gremial de la CGT Regional), Walter Giribaldi (delegado de la fábrica de pollos), y los trabajadores de Tía Maruca Marcia Landa 19 años de antigüedad, Federico Rodríguez (23 años de antigüedad) y Cristian Obregón (11 años de antigüedad), se desarrolló una emotiva charla en Ataque de Radio, luego de que la empresa confirmara el cierre de su planta en Chascomús.
Según contaron, la semana pasada los citaron para una reunión con Recursos Humanos. Lo que parecía una jornada laboral más, terminó siendo el anuncio más temido: la fábrica cerraría sus puertas y 27 familias se quedarían sin empleo.
En ese encuentro, los representantes de la empresa les ofrecieron un acuerdo: aceptar el 50% de la indemnización, pagadera en 15 cuotas, y a cambio cobrar los aguinaldos y quincenas adeudadas. Una propuesta que fue rechazada por considerarla injusta e inhumana.
“Hasta el jueves tenía trabajo, y el viernes ya no tenía nada. Me cambió la vida”, contó Federico, de 43 años y padre de dos adolescentes. “Nos quisieron pagar la mitad y en cuotas. Nos decían ‘aunque sea llévense algo’… No es serio”, lamentó.
Marcia, con 19 años de antigüedad en la empresa, relató entre lágrimas cómo su familia intenta sostenerla en este momento. “Tenés cosas que pagar, los chicos, la escuela… no sabés cómo seguir.”
Cristian, que vive solo con su hijo de 14 años, señaló que más allá del golpe personal, lo que más le preocupó fue la suerte de sus compañeros: “Si esto pasaba en otro lado, la reacción hubiera sido otra. Nosotros fuimos muy solidarios con la fábrica”.
Durante la audiencia realizada en el Ministerio de Trabajo, que originalmente trataba los atrasos salariales, se conoció que la empresa intentó vaciar la planta enviando camiones para retirar maquinaria y mercadería, hecho que fue impedido por los trabajadores y el sindicato.
“Querían irse y producir en otro lado, dejándonos desamparados”, explicaron.
La Secretaria Gremial de la CGT, María Elena Ortiz Molina, remarcó que detrás de los números hay personas y familias. “Desde el viernes les cambió la vida. Tenían proyectos, y ahora tienen que reinventarse”.
Advirtió además que este tipo de decisiones empresariales “deshumanizan el trabajo” y recordó que las leyes que habilitan este tipo de maniobras “se votan, y hay que revisarlas”.
En la audiencia intervino también Miguel Funes, coordinador provincial de delegaciones del Ministerio de Trabajo, y destacaron que tanto él, como el intendente Javier Gastón, quien se puso a disposición de los trabajadores.
Se resolvió que la empresa primero regularice los salarios adeudados, y que el 9 de octubre se lleve a cabo una nueva audiencia para definir la indemnización.
Mientras tanto, la CGT Regional conformó una mesa de diálogo con la CTA y concejales, para anticipar y prevenir conflictos similares.
Ortiz Molina también presentó una nota en el Concejo Deliberante, llamando a la solidaridad institucional con las familias afectadas: “No se trata de números, sino de vecinos y sus hijos”.