De los 17 allanamientos, uno se hizo en una quinta de Ingeniero Maschwitz en la que cayeron los mexicanos de la efedrina en 2008.
Lo que a simple vista, luce y parece ser una veterinaria, o un «Pet Shop», con todo lo que ello necesita. Calcomanías, promociones, propagandas… A la vista, hay numerosos productos para animales. Es en Rosario y Doblas, a metros del Parque Rivadavia, en Caballito. El pet shop pasa totalmente desapercibido, pero detrás de esa fachada inocente se escondía un negocio millonario: la venta de drogas al menudeo.
Este miércoles a la madrugada se terminaron 17 allanamientos en la Ciudad de Buenos Aires (incluido el pet shop), Hurlingham, San Isidro y Escobar. Tras ellos, la Justicia ordenó la detención de cinco personas acusadas por «tráfico de estupefacientes agravado por realizarse de modo organizado y tenencia de arma de guerra».
Los detenidos están incomunicados en distintas comisarías de la provincia de Buenos Aires, dado que este jueves serán indagados. El operativo estuvo a cargo de la División de Investigaciones Delitos Federales de la Policía bonaerense.
Los principales investigados son la pareja conformada por Mónica Alejandra Romero (48) y Héctor Gabriel Pressavento (49). Además, cayeron Claudio Daniel Aguilera (43), Marcos Papaleo (38), alias «Compi», y Roxana Delgado (de unos 35 años).
La banda está acusada de fraccionar, distribuir y vender cocaína en la Ciudad de Buenos Aires y en el conurbano bonaerense.
Uno de los allanamientos fue realizado en la quinta «El Rodeo», en Güemes al 900, en Ingeniero Maschwitz (Escobar), donde en 2008 fue descubierto un laboratorio de drogas manejado por narcos mexicanos, que dio pie a la investigación por la llamada «ruta de la efedrina».
Fuentes judiciales informaron al diario Clarín que, en este caso, en el lugar hallaron 12 kilos de cocaína y 1.000 envoltorios escondidos en el sótano, listos para ser comercializados.
Sin embargo, no hay vinculación con aquel laboratorio de metanfetaminas que había montado allí el mexicano Jesús Martínez Espinoza y que terminó ligado al tráfico de efedrina y al triple crimen de General Rodríguez.
Un vecino que vive en la misma cuadra del pet shop confirmó que «desde hacía un año y medio o dos años que Mónica la compró».
Además, sostuvo que hace tres años la mujer tenía dos locales por Caballito que vendió para concentrar el negocio en el de la calle Rosario 190. La imputada «no iba mucho al local, pasaba un rato por la mañana o la tarde», añadió.
El juez federal 2 de Morón, Jorge Rodríguez, comenzó la investigación a principios de abril tras la denuncia de una persona -de identidad reservada- que señaló en la Fiscalía Federal de Hurlingham, a cargo de Santiago Marquevich, como vendedor de droga al menudeo a Papaleo en ese distrito.
La Justicia siguió a Papaleo y de esta manera llegó a la pareja, lo que les permitió descubrir que utilizaban como «pantalla» para sus actividades un local de venta de alimentos y productos para mascotas ubicado a metros del Parque Rivadavia, en Caballito.
Además de los cinco detenidos, hay un sexto imputado que tenía orden de captura y estaba preso desde la semana pasada en la Ciudad de Buenos Aires por otra causa de drogas. A su vez, hay un séptimo acusado que aún no fue localizado y sigue prófugo.
En el procedimiento se hallaron más de 20 armas de distintos calibres, gran cantidad de teléfonos celulares, vehículos utilizados por la organización, documentación, 1.500.000 pesos y 5.000 dólares.
Las fuentes informaron que la banda trasladaba la droga desde el pet shop en «cuchas para perros».
A una cuadra de la tienda, la banda tenía un galpón vinculado a una empresa de seguridad privada, llamado Extrema Seguridad SRL, cuya gerente es Romero. Desde ahí también se juntaba y distribuía la droga.
También Aguilera y Romero son empleados en relación de dependencia de la SRL. La compañía fue creada hace 13 años y tiene domicilio en la Ciudad de Buenos Aires.