Lo adelantó el ministro del Interior, Rogelio Frigerio. Confirmó que analizan «distintas variantes» para que las subas del gas y la luz no tengan un fuerte impacto, y también para resguardar los puestos laborales. Lo discutirán con los gobernadores
El Gobierno analiza «distintas variantes» para aliviar el peso de los incrementos tarifarios de los servicios de gas y luz sobre las pequeñas y medianas empresas y resguardar los puestos laborales, tema que adelantó el ministro de Interior, Rogelio Frigerio, que será uno de los ejes a discutir con los gobernadores en la reunión acordada para la semana próxima.
«Hay margen para trabajar y lo vamos a abordar el miércoles que viene», afirmó el ministro en referencia a la continuidad del primer encuentro que mantuvieron el lunes último los gobernadores con él y con su par de Energía, Juan José Aranguren, para analizar medidas que morigeren el impacto de los aumentos tarifarios.
Frigerio se refirió también a la posibilidad de adoptar nuevas medidas orientadas a las pymes y aseguró que «hay distintas variantes para subsidiar, y subsidios explícitos; hay que trabajar, ver sector por sector y qué se puede aportar desde los recursos nacionales y también provinciales para preservar estas fuentes de trabajo».
«HAY QUE VER QUÉ SE PUEDE APORTAR DE LOS RECURSOS NACIONALES Y PROVINCIALES PARA PRESERVAR LAS FUENTES DE TRABAJO», DIJO FRIGERIO SOBRE EL ENCUENTRO CON LOS GOBERNADORES
«Lo más importante es preservar las fuentes laborales y tenemos que hacer algo si cualquier política pública genera la posibilidad de que se cierren pymes, sobre todo por ser las que más puestos de trabajo generan», insistió el funcionario.
Frigerio admitió que a pesar de los anuncios «se plantearon problemas y otras discusiones», por lo que anticipó que el tema será retomado en la reunión que mantendrá junto a Aranguren y los gobernadores el próximo miércoles en Buenos Aires para la «búsqueda de alternativas».
En el encuentro del lunes, el Gobierno propuso para las tarifas de gas de usuarios residenciales tomar un tope de aumento del 400 por ciento en las provincias patagónicas, un ofrecimiento que reduce sensiblemente los incrementos de hasta el 1.800 por ciento registrados pero que es considerado insuficiente –en una primera instancia- por los gobernadores de la región.
En aquella reunión, los funcionarios insistieron en que la suba de tarifas tiene por objetivo «generar incentivos para la inversión», ya que «el gas se está acabando y su importación es mucho más conflictiva que la de petróleo».
Previamente, el viernes, el Gobierno había resuelto que las pymes, industriales, turísticas y comerciales paguen el 50 por ciento de las boletas que habían recibido, y el otro 50 financiarlo en los próximos dos veranos.
En cuanto al tope para los consumos domiciliarios, Frigerio admitió que «400 por ciento es un aumento importante», pero explicó que «durante 10 años estuvo congelado (el valor de la energía), sobre todo en la Patagonia, porque en otros lugares de la Argentina se aumentaron las tarifas» en años anteriores.
«En la Patagonia había aumentos mayores porque en las otras provincias hubo aumentos en 2014 y esta medida que implementamos a partir del lunes le pone un techo a esa región e iguala el aumento en todo el país», insistió el Ministro de Interior al reafirmar que los aumentos buscan «generar incentivos para invertir y producir gas en el país».
A raíz de los recursos de amparo interpuestos en las distintas provincias, la Justicia federal ordenó frenar los aumentos tarifarios en las provincias de Santa Cruz y Chubut, y en la ciudad de Bariloche y el partido bonaerense de Tres de Febrero, medidas que el Gobierno anticipó que apelará en todas sus instancias.
Para Frigerio, la judicialización de este tema fue previa a la reunión del lunes con los gobernadores, por lo que entendió que «en función de lo que llegamos para los residenciales y lo que tenemos que trabajar todavía para las pymes esto va a ir cayéndose solo, independientemente el Estado nacional va a defender su posición en la Justicia».