Preocupación por el freno en las obras del Río Salado: advierten un «cuello de botella» que agrava el riesgo de inundaciones

Desde el Consejo del Salado reclaman la reanudación urgente del dragado en el tramo IV.2, clave para el escurrimiento de las aguas. Denuncian que los fondos están disponibles, pero “duermen” en el Banco Nación.

04 de Abril de 2025

BUENOS AIRES –  La paralización de las obras de dragado en el Río Salado encendió todas las alarmas. El Consejo del Salado —integrado por las principales entidades agrarias y la Unión Industrial Argentina— advirtió que la interrupción de los trabajos en el tramo IV.2 podría traer consecuencias graves para los productores y pobladores de una amplia región bonaerense.

Alberto Larrañaga, presidente del Consejo Honorario del Plan Maestro, no ocultó su preocupación: “No podemos aceptar que las obras del Salado se paralicen por falta de financiamiento, cuando el Fondo de Infraestructura Hídrica tiene millones de pesos durmiendo la siesta en el Banco Nación”, aseguró en diálogo con Infonoroeste.

El reclamo apunta a la detención total de las tareas en una zona estratégica: un tramo de apenas 30 kilómetros, pero clave en el recorrido del río, ubicado entre la Ruta 205 —a la altura de Roque Pérez— y el puente que conecta los partidos de 25 de Mayo y Lobos, entre las localidades de Ernestina y Elvira.

Según explicó Larrañaga, “en total ya se dragaron 400 kilómetros desde Samborombón hasta Bragado, pero en el medio quedó este tramo, contratado y financiado por Nación, donde persiste un estrechamiento del cauce que hoy, con la crecida, causa graves perjuicios a los linderos, además de afectar la conducción de aguas que llegan desde río arriba”.

El dirigente, que además coordina la Comisión de Aguas de CARBAP, contó que desde el Consejo venían alertando sobre la posibilidad de que esto ocurriera: “En el último trimestre del año pasado los trabajos empezaron a discontinuarse, por la fuerte mora del gobierno nacional en los pagos de trabajos hechos y certificados en el tramo IV.2 del Salado”, sostuvo.

Frente a ese escenario, realizaron gestiones ante el Ministerio de Economía, la Jefatura de Gabinete y la Subsecretaría de Infraestructura Hídrica para evitar la parálisis total. Sin embargo, los esfuerzos no dieron resultado.

Ahora, con las obras detenidas y un “cuello de botella” en plena traza del río, la preocupación crece: no sólo por los riesgos de desborde o inundaciones, sino también por el retraso en un plan que lleva años de ejecución y que es vital para la seguridad hídrica de gran parte de la provincia de Buenos Aires.